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Crisis en Cuba: pobreza, basura y mendicidad ocultadas por el régimen

Escrito por radioondapopular
julio 23, 2025
Crisis en Cuba: pobreza, basura y mendicidad ocultadas por el régimen

En Cuba, la falta de estadísticas oficiales sobre pobreza ha llevado a la estimación de que hasta el 45% de la población vive en condiciones de vulnerabilidad económica, según sociólogos y expertos independientes. La indigencia, que antes era una presencia poco visible, ahora se ha convertido en una imagen común en las calles de La Habana y otras ciudades del país.

Uno de los ejemplos más impactantes es el de William Abel, un hombre de 62 años que desde hace dos años vive en la calle tras perder su vivienda. Abel recorre los contenedores de basura en busca de comida. “He estado hurgando en los basureros por dos años para comer”, confiesa. No es un caso aislado; la creciente presencia de personas sin hogar refleja el deterioro profundo de la economía cubana, que según analistas se encuentra en su peor crisis en más de tres décadas.

La escasez de alimentos, la inflación descontrolada y la caída de los servicios sociales han expulsado a miles de cubanos a la indigencia. Aunque oficialmente se reportan alrededor de 350.000 beneficiarios de ayuda social, expertos aseguran que esta cifra dista mucho de reflejar la realidad, que se ha agravado en los últimos años. La renuncia de la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feito, dejó en evidencia la desconexión entre las cifras oficiales y la crisis en las calles. Sus declaraciones, en las que afirmó que “en Cuba no hay mendigos”, generaron una ola de críticas que llevaron al presidente Miguel Díaz-Canel a reconocer la existencia de desigualdades sociales y la necesidad de abordarlas.

El problema también es visible en la vida cotidiana de personas como Juan de la Cruz, de 63 años, quien perdió una pierna por diabetes y recibe una pensión estatal que apenas alcanza para comprar un kilo de pollo. La inflación en Cuba ha aumentado hasta un 500% en los últimos cuatro años, haciendo que los productos básicos sean inalcanzables para muchos. La tradicional tarjeta de racionamiento ya no garantiza siquiera lo más esencial, y el país enfrenta una grave escasez de divisas que limita la capacidad del Estado para mantener sus programas sociales emblemáticos.

Diversos expertos señalan que las causas de la crisis son múltiples. La pandemia, las sanciones de EE. UU. y una economía centralizada deficiente han contribuido a la situación, pero las decisiones internas del régimen también han tenido un impacto decisivo. La socióloga cubana Mayra Espina Prieto estima que entre el 40 y el 45% de los habitantes vive en pobreza, una cifra que el gobierno mantiene en secreto y que contrasta con la realidad visible en las calles.

Los niños no son la excepción; UNICEF reportó en 2023 que casi uno de cada diez sufre de “pobreza alimentaria severa”, con un acceso muy limitado a la comida. En las periferias de La Habana, personas como Arnaldo Victores, de 65 años y con discapacidad visual, duermen en talleres de motos y no pueden acceder a beneficios sociales debido a su falta de dirección fija. Frente a su lugar de descanso, se alza un hotel estatal de 42 pisos, símbolo de las prioridades distorsionadas del régimen.

La imagen de ancianos y jóvenes buscando sobras en la basura o durmiendo en la calle contradice el discurso oficial de un país que pretendía haber eliminado la indigencia. La realidad social cubana muestra una fractura que el régimen ya no puede ocultar, evidenciando una crisis que afecta a toda la población y que requiere respuestas urgentes.

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