Stefano Peschiera emociona al rememorar su histórica medalla olímpica para Perú: “¿Por qué no podía ganar si tengo el talento?”

Hace exactamente un año, Stefano Peschiera logró un hito histórico para el deporte peruano al conquistar una medalla de bronce en vela en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este logro no solo representó un triunfo personal, sino que también devolvió a Perú al podio olímpico después de más de tres décadas, generando una ola de celebración en todo el país.

Con motivo de esta fecha especial, Peschiera realizó una emotiva producción audiovisual en la que rememoró toda su campaña que culminó en la medalla, así como su intensa preparación en diferentes partes del mundo durante varios meses. En sus palabras, el deportista de 29 años expresó que, si bien en su momento creyó que alcanzar la cima era el máximo objetivo, luego comprendió que había algo más que aprender y experimentar en el camino.

“Hace un año gané una medalla olímpica para nuestro país, pero lo que realmente cambió mi vida fue lo que sucedió después”, afirmó Peschiera, quien compartió que la medalla simboliza mucho más que un trofeo de metal. Para él, representa un mensaje de esperanza y motivación para todos los peruanos, especialmente en tiempos donde los logros deportivos sirven como ejemplo de perseverancia y esfuerzo.

El video que acompaña sus declaraciones muestra a Stefano en el instante en que recuerda la primera vez que se ubicó en la línea de salida de una competencia olímpica. Allí, destaca la importancia de una planificación estratégica, aunque admite que ningún plan es perfecto. Sin embargo, esa preparación le permitió profesionalizarse y competir de igual a igual contra rivales con mayores recursos y experiencia.

“¿Por qué no puedo ganar una medalla olímpica? Tengo dos manos, dos piernas, el potencial y toda mi vida dedicado a este deporte. Esa es la mentalidad que debemos tener”, reflexionó, con lágrimas en los ojos. Para Peschiera, el esfuerzo y la determinación son las claves para alcanzar los sueños, y en su caso, la medalla fue solo el comienzo de una transformación personal y deportiva.

Además de su faceta como deportista, Stefano comparte que mantiene una fuerte conexión con su fe, la cual ha sido un pilar en su vida. Criado en una familia católica, actualmente forma parte de un grupo Marianista llamado SICAR, que le brinda paz interior y fortaleza espiritual. En una entrevista adicional, relata cómo su religiosidad le ha ayudado a enfrentar los desafíos y agradecer cada logro, incluyendo su histórica participación en París 2024.

Este logro, además de ser un símbolo de esperanza para el deporte peruano, invita a reflexionar sobre la importancia de la perseverancia, la planificación y la fe como impulsores del éxito personal y nacional.