Detenido en Los Olivos en 2024 por presunto asesinato a policía, fue liberado 14 días después pese a portar armas y drogas

El director de la Defensoría de la Policía Nacional del Perú, el general Máximo Ramírez, ha denunciado una serie de irregularidades en los procesos judiciales que involucran a delincuentes que atacan a las fuerzas del orden. En particular, se refiere al caso del ciudadano venezolano Jesús Alberto Chanchamire Ibarra, acusado de haber asesinado al suboficial Juan Carlos Díaz Chapoñán durante una persecución en Los Olivos, en agosto de 2024.

A pesar de que Chanchamire fue arrestado en ese mismo año con armas de fuego, drogas y evidencias que lo vinculaban a actividades ilícitas como extorsiones y explotación sexual, la fiscalía decidió ponerlo en libertad 14 días después de su detención. Ramírez cuestionó duramente esta decisión, señalando que la libertad se concedió debido a que el sospechoso tenía arraigo domiciliario, lo cual, en su opinión, facilitó que continuara con sus actividades delictivas.

El caso se complicó aún más cuando, en agosto del año pasado, Chanchamire fue detenido con armas, drogas y mensajes que confirmaban su participación en cobros de cupos a trabajadoras sexuales y en extorsiones. Sin embargo, en lugar de quedar bajo custodia, fue liberado rápidamente, lo que, según la policía, permitió que siguiera involucrado en delitos que culminaron con el asesinato del suboficial Díaz Chapoñán en Los Olivos.

La policía logró capturar a Jesús Chanchamire en un operativo en la zona, pero su cómplice logró escapar. La Fiscalía ha activado un plan de búsqueda intensiva, incluyendo una alerta máxima y patrullas de inteligencia, para detener a la segunda persona implicada en el crimen. Se ha señalado que la muerte del policía fue resultado de una persecución tras un intento de asalto en el óvalo Huandoy, donde los delincuentes dispararon contra los agentes, hiriendo gravemente al suboficial, quien murió en el hospital.

Este hecho se suma a otros casos recientes de violencia contra agentes policiales, como la muerte del suboficial José Gabriel Munive en La Victoria, ocurrida en agosto pasado durante un intento de detener un robo. La serie de incidentes ha generado profunda preocupación respecto a la seguridad de los policías y a las decisiones judiciales que, según la PNP, favorecen la reincidencia de criminales peligrosos. La institución reafirma su compromiso de no dejar impune ningún acto de violencia contra sus miembros y continúa trabajando en la investigación de estos delitos.