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Una pasajera comparte su experiencia: más diarrhoea de lo imaginable en un vuelo tras intoxicación alimentaria

Escrito por radioondapopular
agosto 16, 2025
Una pasajera comparte su experiencia: más diarrhoea de lo imaginable en un vuelo tras intoxicación alimentaria

Una experiencia desagradable en pleno vuelo: la historia de Meghan Reinertsen

Viajar en avión con problemas estomacales, especialmente en un espacio reducido y con un baño diminuto, puede convertirse en una auténtica pesadilla. La TikToker estadounidense Meghan Reinertsen ha confirmado que no hay nada peor que sufrir una crisis de diarrea y vómitos a 30,000 pies de altura.

El incidente y sus consecuencias en el vuelo

La joven, que trabaja como niñera y aspira a ser actriz, compartió en sus redes sociales la humillante experiencia que vivió el año pasado durante un vuelo de Newark a Indianapolis. Según relató, quedó atrapada en uno de los pequeños baños del avión tras contraer una intoxicación alimentaria en un viaje a Portugal. La situación fue tan grave que la aerolínea tuvo que llamar a un equipo especializado para limpiar el baño después de ella, y el vuelo tuvo que ser cancelado para garantizar la seguridad y limpieza del avión.

Reinertsen explicó que la causa del malestar fue un bocado de una hamburguesa poco cocida que comió en el resort donde se hospedaba. «Solo mordí un poco porque estaba muy cruda», reveló, asegurando que la carne le provocó una reacción severa en su sistema digestivo.

Detalles del episodio y reacción

La joven relató que, al llegar a Newark tras cruzar el Atlántico, empezó a sentirse mal de manera casi instantánea. La molestia en su interior se intensificó rápidamente, provocándole sudoración y calambres. Sin poder controlar la situación, corrió al baño, donde permaneció durante hora y media, en un estado de desesperación y dolor intenso. La gravedad fue tal que, incluso durante el aterrizaje, permaneció en el cubículo, temiendo un accidente mayor.

Según contó, el personal de la aerolínea envió un equipo de limpieza especializada para desinfectar el avión, ya que ella se consideró un posible portador de patógenos. «Soy un riesgo biológico, la paciente cero», bromeó Reinertsen.

Una actitud positiva ante lo ocurrido

A pesar del calvario, Meghan no se siente avergonzada por lo ocurrido. En sus redes sociales afirmó que, en retrospectiva, la historia resulta divertida y que, incluso en medio del dolor, pensó que «esto solo me podría pasar a mí». La joven aseguró que la empatía de los pasajeros y la tripulación fue evidente, y que todos comprendieron la situación.

Reinertsen concluyó que, aunque la experiencia fue extremadamente desagradable, no siente ninguna vergüenza. «Es una historia que contar y que seguramente recordaré por mucho tiempo», dijo, añadiendo que, a veces, las peores experiencias se convierten en las mejores anécdotas.

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