Asesinan en Morelos al polémico creador de contenido Camilo “El Alucín” Ochoa en medio de investigaciones por narcotráfico

Asesinan a Camilo Ochoa, influencer y excriminal, en Morelos

Camilo Ochoa Delgado, conocido en redes sociales como “El Alucín”, fue víctima de un ataque armado en el municipio de Temixco, Morelos. Sus familiares encontraron su cuerpo alrededor de las 17:00 horas del sábado 16 de agosto de 2025 en el baño de una vivienda ubicada en un fraccionamiento cercano a Cuernavaca. La presencia de múltiples impactos de arma de fuego fue la causa de su fallecimiento, confirmada por paramédicos que acudieron al lugar.

La noticia causó gran conmoción en redes sociales, donde seguidores y usuarios compartieron imágenes del sitio del crimen. Testigos indicaron que un hombre huyó en un vehículo después del ataque. La Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos inició de inmediato una investigación en colaboración con autoridades estatales y federales para esclarecer los hechos y dar con los responsables.

Camilo Ochoa, un creador polémico con pasado criminal

Con una amplia presencia en plataformas como YouTube, Camilo Ochoa acumulaba más de 348 mil suscriptores en su canal “Soy Camilo Ochoa”. Su contenido abordaba temas de actualidad, narcotráfico y experiencias personales, lo que le valió tanto seguidores como críticos. Su estilo directo y confesional le permitió convertirse en una figura controversial en el mundo digital.

Ochoa no solo era conocido por sus vídeos, sino también por sus declaraciones en diversos pódcasts y entrevistas, en las que admitió haber pertenecido al Cártel de Sinaloa. Según su propio testimonio, trabajó como sicario hasta 2014, específicamente en Mazatlán, y afirmó haber tenido conflictos internos con figuras del narcotráfico, como Dámaso López Núñez, «El Mini Lic«.

Confesiones y vínculos con el crimen organizado

El influencer también relató haber sido secuestrado en 2004 por miembros de Los Zetas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, mientras operaba en el negocio familiar de comida rápida. En 2025, su nombre volvió a sonar en controversia tras aparecer en volantes distribuidos en Culiacán, Sinaloa, donde se le vinculaba con otros personajes públicos, como el cantante Peso Pluma y el influencer Markitos Toys. Los panfletos lo señalaban como colaborador financiero de Los Chapitos, una facción del Cártel de Sinaloa liderada por Iván Archivaldo Guzmán.

Estos documentos pedían a la población dejar de seguir a dichas figuras, y desde entonces, seis de los mencionados en los volantes han sido asesinados. La aparición de estos panfletos evidencia la peligrosidad y la violencia que rodea a las figuras públicas relacionadas con el narcotráfico en México.

Vida pública y últimos momentos

Camilo Ochoa fue entrevistado por periodistas como Adela Micha, donde narró su pasado criminal y opinó sobre la violencia vinculada al narcotráfico. A pesar de su historia, logró construir una base sólida de seguidores en redes sociales, pero también enfrentó duras críticas.

Pocas horas antes de su muerte, realizó una transmisión en vivo en la que mostró la ropa que planeaba usar, consistente en una camisa negra, pantalón gris, reloj y gafas de sol, la misma vestimenta que llevaba al momento de su asesinato. Su figura también estaba relacionada con la familia de empresarios, ya que era hijo de Arnoldo de la Rocha, fundador de la cadena El Pollo Feliz.

El asesinato de Camilo Ochoa refleja una tendencia alarmante en México: la violencia creciente contra creadores de contenido que, por sus antecedentes o vínculos, se ven envueltos en conflictos con grupos criminales. Su muerte no solo impacta a su audiencia, sino que también pone en evidencia el riesgo que enfrentan muchas figuras públicas en un contexto marcado por la inseguridad y el crimen organizado.