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«En la trinchera nuclear: Estrategia, presupuesto y valentía estadounidense»

Escrito por radioondapopular
julio 21, 2025
«En la trinchera nuclear: Estrategia, presupuesto y valentía estadounidense»

El 2 de agosto de 2017, en la Base Aérea Vandenberg, California, se lanzó un misil balístico intercontinental Minuteman III desarmado. Este despliegue no fue accionado por un gran botón rojo en un búnker subterráneo, como podrías imaginar. En realidad, el proceso es mucho más complejo y precisa una serie de pasos que involucran la decodificación de órdenes y la manipulación coordinada de llaves y palancas por parte de múltiples operadores en diferentes ubicaciones. Este método meticuloso garantiza que no se pueda llevar a cabo un lanzamiento no autorizado o interferir en uno en curso.

Este procedimiento detallado fue examinado por un corespondal en un simulacro en la base aérea F.E. Warren en Cheyenne, Wyoming, donde se encuentra el 90º Ala de Misiles. La experiencia le permitió conocer de cerca la realidad que se vive en estos centros de comando, donde hasta el escenario simulado puede generar una sensación de temor agudo.

La amenaza de destrucción nuclear mutua, un disuasivo durante la Guerra Fría, ha vuelto a cobrar importancia en medio de crecientes tensiones entre las grandes potencias. Con el último tratado entre Estados Unidos y Rusia que limita las armas nucleares, el Nuevo START, listo para caducar en febrero y sin un sucesor a la vista, las preocupaciones se intensifican. La amenaza de Rusia de usar armas nucleares y el rápido crecimiento de los arsenales de China, que se espera alcancen las 1.000 ojivas nucleares para finales de la década, son preocupantes.

En respuesta a este contexto, Estados Unidos está actualizando todos los elementos de su tríada nuclear – armas lanzadas desde tierra, mar y aire. Este proceso incluye la sustitución de los obsoletos misiles balísticos intercontinentales Minuteman III por los nuevos Sentinel, los bombarderos B-2 por los B-21, y los submarinos de misiles balísticos clase Ohio por los de la clase Columbia. Sin embargo, la actualización ha provocado cuestionamientos sobre la necesidad de estos misiles y el coste creciente del programa Sentinel.

La infraestructura estadounidense de misiles balísticos intercontinentales es extensa, con 400 misiles en 450 silos distribuidos por las Grandes Llanuras. Sin embargo, las instalaciones que respaldan estos misiles están en mal estado, siendo construidas en las décadas de 1960 y 1970. A pesar de los costos y controversias, hay quienes sostienen que estos misiles proporcionan una capa crítica de disuasión nuclear, complicando los planes de un adversario y proporcionando una capacidad segura de segundo ataque.

Mientras tanto, los operadores de misiles, muchos de los cuales son jóvenes oficiales de veintitantos años, mantienen una guardia constante en las cápsulas de control. Pasan turnos de 24 horas cada tres días, turnándose para dormir y vigilar, con la esperanza de nunca tener que llevar a cabo su ominosa misión: «Muerte desde abajo».

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