Agricultores de la UE se oponen al acuerdo con Mercosur por riesgos a su viabilidad y posibles recortes en la Política Agrícola Común

La firma del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur se pospone hasta enero de 2026

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el jueves 18 de diciembre de 2025 a los líderes europeos que el esperado acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) será firmado en enero. Originalmente, la firma estaba prevista para el sábado 20 en Foz do Iguaçu, Brasil, pero fue aplazada principalmente por la oposición y presión de Francia e Italia, que buscan mayores garantías para el sector agrícola europeo. Von der Leyen subrayó la importancia de obtener la aprobación para avanzar en el proceso.

El acuerdo, en negociaciones desde hace más de 25 años, busca facilitar la exportación de vehículos, maquinaria, quesos, vinos y licores desde la UE hacia Sudamérica. A cambio, la UE tendría mayores entradas de carne, azúcar, arroz, miel y soja desde los países del Mercosur. Sin embargo, los agricultores europeos se oponen, ya que consideran que la agricultura en la región sudamericana se ha desarrollado en un contexto distinto, con menor regulación y mayores costos de producción, además de impactos ambientales y sociales que, según denuncian, serían irresponsablemente menos estrictos en el Mercosur en comparación con la UE.

## Resistencia de los agricultores europeos y preocupaciones ambientales

Los agricultores en Europa, especialmente en Francia, temen que el acuerdo genere competencia desleal. Argumentan que en países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, se utilizan pesticidas y prácticas agrícolas prohibidas en Europa, como el uso de glifosato en soja y otros productos. Esta diferencia en normas, sostienen, abarataría los costos de los productos latinoamericanos y pondría en riesgo la rentabilidad de la agricultura europea.

Además, mencionan que las explotaciones agrícolas en países como Brasil y Argentina operan a escala mucho mayor, permitiendo producir carne, soja y azúcar a costos significativamente inferiores. Los agricultores también temen que el acuerdo impulse la deforestación de biomas críticos como la Amazonía y el Cerrado, una problemática que, aunque la UE ha aprobado una ley contra la deforestación llamada EUDR, genera dudas sobre su eficacia para controlar las importaciones relacionadas con esta problemática.

## ¿Qué posiciones existen sobre la firma del acuerdo?

Ursula von der Leyen confía en que en enero se logrará obtener el respaldo político necesario para firmar el acuerdo, argumentando que el Mercosur representa un mercado potencial de 700 millones de consumidores con intereses comerciales comunes. Sin embargo, el respaldo no está garantizado. El presidente francés Emmanuel Macron ha advertido que no apoyará el acuerdo si no hay garantías más sólidas para los agricultores franceses, posición que también comparten países como Italia, Polonia y Hungría. Todos exigen la inclusión de «cláusulas espejo» que obliguen al Mercosur a cumplir con las mismas reglas que la UE y a establecer salvaguardias automáticas en caso de crisis de mercado.

Desde Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que, si el acuerdo no se aprueba en estos meses, no será posible concretarlo durante su mandato. Por su parte, el presidente español Pedro Sánchez resaltó la importancia del pacto y consideró que ya es momento de cerrar una negociación que ha requerido mucha paciencia. La postergación representa un revés para países como Alemania, España y varias naciones nórdicas, que apoyaban con entusiasmo la firma.