El consumo global de alimentos ultraprocesados alcanza niveles históricos y su impacto en la salud

La presencia de alimentos ultraprocesados (AUP) en las dietas diarias de la población mundial ha superado récords históricos, según un conjunto de documentos científicos publicados por la revista The Lancet.

Una investigación que alerta sobre cambios en los patrones alimentarios

Este informe, compuesto por tres artículos, advierte sobre cómo esta tendencia está transformando las costumbres alimentarias y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas tanto en países desarrollados como en regiones emergentes. Los autores destacan la importancia de una reacción internacional coordinada ante esta problemática.

La clasificación NOVA y su papel en la identificación de ultraprocesados

La clasificación NOVA, desarrollada en 2009 por el profesor Carlos Monteiro y su equipo, categoriza los alimentos en cuatro grupos: alimentos sin procesar o mínimamente procesados, ingredientes procesados, alimentos procesados y ultraprocesados. El primer estudio de esta serie explica que los ultraprocesados son productos elaborados con sustancias derivadas como aceites hidrogenados, jarabes y diversos aditivos.

El desplazamiento de alimentos tradicionales y naturales

Monteiro participó en este estudio, que señala que los ultraprocesados suelen reemplazar comidas tradicionales y opciones de origen natural. “El creciente consumo de estos productos está transformando la dieta a nivel mundial, desplazando los alimentos frescos y mínimamente procesados”, afirmó el experto.

Además, agregó: “Este cambio en los patrones alimenticios es impulsado por poderosas corporaciones globales que obtienen enormes beneficios al priorizar los ultraprocesados, respaldados por un intenso marketing y un fuerte lobby político que busca frenar políticas públicas eficaces para promover una alimentación saludable”.

El aumento en el consumo de ultraprocesados en cifras

Las encuestas nacionales reportadas en la serie evidencian un incremento constante en la participación de estos productos en la dieta. Por ejemplo, en los últimos 30 años, el porcentaje calórico proveniente de ultraprocesados pasó del 11% al 32% en España y del 4% al 10% en China.

Variaciones regionales en el consumo

En Latinoamérica, los valores en países como México y Brasil aumentaron del 10% al 23% en el mismo período. En contraste, en Estados Unidos y el Reino Unido, la participación de ultraprocesados en la dieta supera el 50% desde hace aproximadamente veinte años.

Consecuencias para la salud individual

La exposición frecuente a ultraprocesados se asocia con desequilibrios nutricionales graves, incluyendo un exceso de calorías, grasas y azúcares, junto con una menor presencia de componentes protectores como fibras y proteínas. La serie recopila evidencia de 104 estudios de seguimiento prolongado, de los cuales 92 relacionan un mayor consumo de estos productos con problemas de salud como obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y una mayor mortalidad prematura.

Incremento del riesgo de enfermedades

Según los datos publicados en The Lancet, el consumo de ultraprocesados aumenta en un 25% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y en un 21% la probabilidad de sobrepeso u obesidad. Además, se observa un incremento en la mortalidad total y por enfermedades cardiovasculares asociado a su consumo excesivo.

Estos hallazgos subrayan la necesidad urgente de implementar políticas públicas y acciones globales para reducir la ingesta de ultraprocesados y promover una alimentación más saludable en toda la población.