Artista cajamarquina rinde homenaje a víctimas de feminicidio en performances urbanas

El feminicidio continúa siendo una herida profunda en la sociedad, con cifras que aumentan cada año y una crueldad que no cesa. Cajamarca ocupa el quinto lugar a nivel nacional en estos crímenes desde 2020, y muchas mujeres optan por callar por miedo o desconocimiento, perpetuando el silencio que también lastima.

En medio de este contexto, la artista cajamarquina Glendy Ramos utiliza su cuerpo en performances como acto de denuncia, memoria y resistencia. A través de sus movimientos, recorre lugares donde vivieron y fueron asesinadas cinco mujeres de la región, transformando el espacio urbano en un escenario de duelo y dignidad. Sus acciones incorporan elementos simbólicos como cartuchos, lazos morados, tierra, vestidos rojos y huellas en la acera, que evocan la violencia y la lucha por justicia.

Estas performances, acompañadas de un tambor que late como un corazón herido, buscan no solo recordar, sino también devolver presencia y dignidad a las víctimas, exigiendo justicia y reparación simbólica. La obra se convierte en una cartografía afectiva de Cajamarca, un mapa de memoria que reafirma que mientras sus nombres sean pronunciados, ellas nunca estarán ausentes.

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