Avión accidentado en Rusia: 49 pasajeros en tragedia aérea

Un trágico accidente aéreo en Rusia dejó un saldo de 49 personas fallecidas, según informó el jueves el jefe de la región de Amur. El incidente ocurrió en el extremo oriente del país, donde un avión de diseño soviético, un Antonov AN-24 de doble turbohélice, se estrelló en una zona montañosa y de difícil acceso. La aeronave, operada por la compañía Angara Airlines con sede en Siberia, había partido inicialmente desde Khabarovsk con destino a Tynda, en la frontera con China, tras realizar una escala en Blagoveshchensk.

Las autoridades rusas confirmaron que el fuselaje del avión se encontró en llamas en una ladera a unos 15 kilómetros al sur de Tynda, rodeado de densos bosques. Imágenes difundidas por medios estatales muestran restos dispersos entre la vegetación, además de columnas de humo que se elevan desde el lugar del siniestro. La dificultad para acceder a la zona ha complicado las labores de rescate, aunque ya se movilizaron recursos especializados en la región.

El gobernador de Amur, Vasily Orlov, manifestó que las tareas de búsqueda han sido complicadas por la inaccesibilidad del terreno. La oficina del fiscal de transporte en el Extremo Oriente informó que el avión intentaba realizar un segundo intento de aterrizaje cuando perdió contacto con el control de tráfico aéreo y desapareció de los radares. Varios videos muestran los restos del avión, en llamas, en una pendiente cubierta de bosque.

Fuentes no oficiales indicaron que las condiciones meteorológicas adversas pudieron haber influido en el accidente, aunque todavía se investiga la causa exacta. Además, algunos medios señalan que la aeronave tenía casi 50 años de antigüedad, basándose en su número de cola.

El gobernador Orlov anunció un luto oficial de tres días en la región de Amur para honrar la memoria de las víctimas, que según diferentes informaciones, sumaban cerca de 49 personas a bordo. La discrepancia en el número exacto de pasajeros se debe a datos no confirmados en el momento.

Las autoridades rusas han abierto una investigación por posibles violaciones de seguridad aérea, un procedimiento habitual tras accidentes de estas características. La frecuencia de incidentes en el sector de la aviación ruso ha aumentado en los últimos años, en medio de sanciones internacionales que han afectado la modernización y el mantenimiento de las flotas.

El Ministerio de Situaciones de Emergencia desplegó al menos 25 rescatistas, cinco unidades de equipo y cuatro aviones con tripulaciones para colaborar en las tareas de búsqueda y recuperación. En el lugar, un helicóptero Mi-8 participa en las labores de localización del fuselaje y de los posibles sobrevivientes, aunque por ahora no se reportan supervivientes.