Boric ordena viaje a Buenos Aires tras graves incidentes y linchamiento de chilenos en estadio de Independiente

Orden de Boric para atender los incidentes en Buenos Aires

El presidente de Chile, Gabriel Boric, ordenó este jueves al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, que viaje a Buenos Aires tras los graves incidentes ocurridos durante el partido de fútbol entre Independiente y la Universidad de Chile por la Copa Sudamericana. Boric manifestó en su cuenta de X (antes Twitter) que la gravedad de los hechos requiere atención inmediata.

“Dada la gravedad de lo sucedido ayer en Argentina con el linchamiento inaceptable de chilenos en el estadio de Independiente, he instruido al Ministro del Interior, Álvaro Elizalde, que viaje a Buenos Aires para acompañar personalmente a los heridos y revisar la situación de los detenidos”, escribió el mandatario. Además, subrayó que “la violencia no tiene justificación en ninguna circunstancia”, y aseguró que Chile protegerá los derechos de sus ciudadanos, sin dejar de lado las responsabilidades que puedan establecer las autoridades judiciales.

Los incidentes en el estadio y la respuesta policial

El encuentro de vuelta de los octavos de final, disputado en Avellaneda, se vio empañado por la violencia provocada por la parcialidad visitante. Los hinchas chilenos, ubicados en la Tribuna Sur Alta, causaron destrozos en el estadio, incluyendo la rotura de baños, destrucción de asientos y la utilización de objetos como proyectiles, palos de escoba y botellas. Además, incendiaron algunos asientos y lanzaron bombas de estruendo durante el primer tiempo.

Tras varios avisos por los altavoces, la policía ingresó en la grada con la orden de desalojar a los hinchas visitantes. La interrupción obligó a detener temporalmente el partido. Sin embargo, poco después, unos minutos después del inicio del segundo tiempo, el árbitro detuvo nuevamente el encuentro debido a que algunos hinchas ingresaron al campo de juego, algunos de ellos heridos en la agresión.

El caos y la cacería en el campo

El ambiente se intensificó cuando, en medio de la incertidumbre, la facción disidente de la barra de Independiente ingresó en la tribuna visitante en busca de los hinchas de la U, lo que provocó una verdadera cacería. Los atacantes rodearon, golpearon y desnudaron a varios de los visitantes, quienes quedaron tendidos en los asientos, algunos cubiertos de sangre. Se reportó incluso que un hincha cayó desde la tribuna durante la violencia.

La situación se agravó en las afueras del estadio, donde se escuchaban detonaciones y corridas. La policía, con un operativo que involucró a más de 650 efectivos, no logró controlar completamente el caos, ya que muchos de los hinchas chilenos quedaron atrapados en el tumulto. Hasta el momento, no se ha reportado un despliegue visible en la zona donde estaban los visitantes.

Contexto y antecedentes

Este incidente no fue aislado. A finales de julio, la Universidad de Chile había recibido un apercibimiento por parte de la Conmebol debido a la instalación indebida de banderas en competencias internacionales y por la presencia de hinchas en zonas prohibidas del estadio. Sin embargo, estas sanciones no lograron evitar que el partido terminara cancelado en medio de la violencia.

El directivo de la Universidad de Chile, Daniel Schapira, expresó su frustración: “Es terrible, esto es increíble. Siempre nos pasa algo. La organización no fue adecuada. No pueden poner a la hinchada de la U arriba de la barra de Independiente. Esto se convirtió en un circo”, afirmó.

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