¡Bostezo casi le cuesta la vida a madre en Reino Unido! La insólita lesión que dejó paralizada a una mujer de 36 años

Una simple acción casi le cuesta la vida a una mujer británica de 36 años

Una situación insólita y peligrosa ocurrió en Reino Unido cuando una mujer de 36 años, llamada Hayley Black, sufrió una lesión grave tras bostezar. Lo que parecía una acción cotidiana casi le cuesta la vida, ya que sufrió una rotura en su cuello que le provocó parálisis. Los médicos le dieron solo un 50% de posibilidades de sobrevivir a la intervención quirúrgica.

El desencadenante del accidente

La mañana del incidente, Hayley se levantó para preparar el desayuno a su bebé recién nacida. La niña bostezaba, y la madre, en un acto reflejo, imitó ese movimiento. Sin embargo, en ese momento quedó paralizada de repente. «La mayoría de las personas empiezan el día con un bostezo, pero nunca esperaría que terminara así», relató en entrevista con The Sun.

Al bostezar y estirarse, Hayley sintió una descarga eléctrica que recorrió medio cuerpo. «Sentí como si una corriente me atravesara», explicó. La sensación fue tan intensa que inmediatamente supo que algo estaba terriblemente mal.

El momento de la crisis y la respuesta de su esposo

La mujer explicó que comenzó a sentir que no podía mover bien su brazo, que quedó atrapado en el aire, y que sentía sensaciones similares a chispas eléctricas. «Fue como si tuviera un ataque en la mitad del cuerpo», contó. En ese instante, su esposo, Ian, de 36 años, pensó que había exagerado. «Me dijo: ‘Son las 5 de la mañana, no has hecho nada, estás bien'», relató. Sin embargo, ella insistió en que llamara a emergencias y, poco después, la ambulancia llegó.

El viaje al hospital fue muy doloroso, ya que cada bache en el camino parecía destrozarle la columna. «Sentía que me estaban destrozando la espalda», recordó. En el centro médico, le administraron analgésicos, pero no lograron determinar la causa de su sufrimiento. La noche fue un infierno para ella, que gritaba de dolor y trataba de golpearse la cabeza para perder el conocimiento.

Diagnóstico y recuperación

Finalmente, los médicos confirmaron que Hayley tenía rotas dos vértebras cervicales. La fuerza del bostezo había provocado que las vértebras se desplazaran hacia adelante, comprimiendo su médula espinal y generando la parálisis. La mujer quedó paralizada del lado derecho, y el cirujano le informó a su familia que la situación era peor de lo que parecía.

Los especialistas le dieron solo un 50% de probabilidades tanto de sobrevivir como de volver a caminar. Afortunadamente, la operación fue exitosa. Sin embargo, Hayley tuvo que aprender a caminar nuevamente y continúa tomando medicación para controlar las descargas eléctricas que siente en su columna. Ella confiesa que todavía tiene temor de bostezar y que la sensación de electricidad en su cuerpo la afecta a diario.

Este caso recuerda la importancia de acudir a emergencias ante síntomas inusuales y muestra cómo una acción tan simple como bostezar puede, en circunstancias extremas, desencadenar un accidente potencialmente mortal.