Bus en Chorrillos recibe cinco disparos y pone en riesgo a pasajeros

Atentado contra un bus de transporte público en Chorrillos en pleno estado de emergencia

El distrito de Chorrillos volvió a ser escenario de un acto delictivo perpetrado por extorsionadores. La noche del sábado 1 de noviembre, un bus de la línea 52-T de la empresa Etusa fue atacado a balazos en medio del estado de emergencia en Lima Metropolitana y Callao.

Detalles del ataque

El incidente ocurrió en el cruce de la avenida Los Pinos con el jirón San Felipe, donde los delincuentes interceptaron el vehículo con pasajeros a bordo. Según reportes, los agresores realizaron hasta cinco disparos dirigidos principalmente contra el conductor. Afortunadamente, el conductor resultó con heridas leves.

Al conocer lo ocurrido, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) y del Serenazgo de la Municipalidad de Chorrillos llegaron rápidamente al lugar para acordonar la zona y recopilar testimonios de los testigos.

Respuesta de las autoridades y preocupación ciudadana

Los vecinos del sector alertaron a los medios de comunicación que este tipo de ataques no es un hecho aislado en esa intersección. La repetición de estos incidentes ha generado una creciente demanda de mayor presencia policial y medidas de seguridad efectivas en la zona.

Asimismo, este no es el primer incidente que afecta a la empresa Etusa. En semanas recientes, se reportaron amenazas y atentados contra sus unidades, incluyendo un caso ocurrido en San Juan de Lurigancho contra un bus de la línea 52-C.

Contexto de inseguridad en el sector transporte

El ataque en Chorrillos refuerza el clima de tensión que prevalece en Lima Metropolitana y Callao. La persistente violencia ha generado alarma entre los trabajadores del sector y las empresas de transporte público, que exigen soluciones concretas y acciones efectivas por parte de las autoridades.

En respuesta a estos hechos, diversos gremios y compañías han anunciado la suspensión temporal de sus operaciones en un paro programado para el martes 4 de noviembre. La medida busca presionar por mayor seguridad y el cumplimiento de los compromisos asumidos en reuniones previas.

Impacto y cifras alarmantes

Las semanas recientes han sido marcadas por una serie de casos de extorsión y atentados, que han encendido las alarmas en el sector. La aplicación del estado de emergencia no ha logrado detener la escalada de violencia, lo que ha aumentado la exigencia de acciones concretas por parte del gobierno.

El vocero de los transportistas formales y director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte, Martín Ojeda, señaló que la medida de paralización responde al incumplimiento de acuerdos previos y al clima de inseguridad persistente, pese a los compromisos asumidos en reuniones anteriores.

Diversidad de opiniones y demandas del sector

Por su parte, asociaciones como la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra) aún evalúan su participación en el paro, reflejando las distintas posturas dentro del gremio. Otras organizaciones, como Asotrani y la Asociación Nacional de Conductores Profesionales del Perú (ANCPP), también mantienen posiciones divididas respecto a la convocatoria y a las acciones del gobierno para mejorar la seguridad.

La urgente necesidad de acciones efectivas

En este contexto, las demandas por mayor seguridad y cambios en la legislación vigente se han intensificado. Según estadísticas oficiales, en los primeros quince días del actual gobierno se registraron 28 homicidios relacionados con el entorno del transporte, una cifra que evidencia la magnitud del problema que enfrenta Lima y Callao.

La escalada de violencia en el sector transporte requiere una atención urgente y decidida por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios.