Capturan a los sicarios más peligrosos del Tren de Aragua en Chincha: modus operandi y miembros clave

Violencia y presencia delictiva en Chincha

La ciudad de Chincha se ha convertido en un escenario de violencia sostenida, marcada por enfrentamientos entre organizaciones criminales que buscan controlar cobros de cupos, tráfico de drogas y prostíbulos. En medio de esta situación, dos sicarios del Tren de Aragua destacaron por difundir en redes sociales videos y fotografías que mostraban armas, granadas y ejecuciones, generando un clima de temor entre comerciantes y residentes. El informe de Domingo al Día reconstruye la trayectoria de estos delincuentes y cómo alteraron la tranquilidad en el sur chico del país.

Perfil y actividad de los sicarios

Yorman Daniel Espinoza Liendo y Oleyberth Leandro Terán Alarcón operaban con violencia planificada y estrategias bien definidas. Ambos integraban el brazo armado de la organización criminal y estaban implicados en asesinatos por encargo, cobraban cupos a trabajadores sexuales y extendían su influencia en Chincha, Pisco e Ica. Tras la muerte de un miembro de la banda, intensificaron sus acciones, desencadenando represalias que mantuvieron a la población en un estado de miedo permanente.

Ingreso y expansión en Perú

Los integrantes de “Los Gatilleros del Tren de Aragua” ingresaron irregularmente al Perú hace aproximadamente dos años, inicialmente en Pucallpa, en la región amazónica. En esta ciudad, se vincularon con la facción “Hijos de Dios”, conocida por realizar extorsiones, sicariato y tráfico de drogas. Según información policial, durante ese período participaron activamente en ajustes de cuentas y amenazas, empleando armas de alto calibre y explosivos para consolidar su presencia en la zona.

En mayo de 2023, fueron intervenidos por la policía junto a otros ciudadanos venezolanos mientras portaban municiones y armas de guerra. A pesar de la gravedad de los hechos, la autoridad judicial los dejó en libertad, lo que les permitió reorganizarse y trasladar sus operaciones. Posteriormente, se asentaron en Lima norte, específicamente en los distritos de Comas y San Martín de Porres, donde continuaron expandiendo su presencia delictiva. Para evitar ser detectados por las fuerzas del orden, Yorman asumió una identidad falsa bajo el nombre de Álvaro José Ibarra Ruiz, mientras Terán mantenía su verdadera identidad. Esto les permitió operar con cierta impunidad hasta establecerse en Chincha, donde reactivaron sus actividades delictivas de manera más estructurada y violenta.

Consolidación del poder criminal

La dupla criminal comenzó a ganar notoriedad como “Los Gatilleros del Tren de Aragua”, brazo armado de la organización en el sur chico. Su actividad delictiva abarcaba desde la extorsión a comerciantes y trabajadores sexuales, hasta el sicariato por encargo y el tráfico de drogas en varias localidades de Chincha, Pisco e Ica.

Ambos fortalecieron su poder mediante el control de prostíbulos y el cobro de cupos, asegurando así su presencia intimidatoria en las zonas donde operaban. Además, empleaban las redes sociales como una herramienta de propagación del miedo y el dominio. Publicaban imágenes y videos en los que mostraban armas de largo alcance, granadas, paquetes de drogas, dinero en efectivo y joyas, exhibiéndolos como trofeos de sus actividades ilícitas.

Uso de redes sociales y violencia pública

Incluso grababan ejecuciones y ataques a rivales de la banda opuesta, conocida como ‘Los Antitren’, con la finalidad de enviar mensajes de amenaza pública y reforzar su control territorial. En las grabaciones, se observaba a los delincuentes disparando en calles, manipulando explosivos y exhibiendo objetos robados durante sus operaciones.

Algunas escenas los mostraban en mototaxis, armados y disparando al aire, asegurando su dominio en los lugares donde circulaban. Esta exposición pública fue clave para que la policía pudiera reconstruir la ruta de sus actividades, identificar víctimas y cómplices, y vincularlos a múltiples hechos delictivos en la región.