China sanciona al ex jefe militar japonés Shigeru Iwasaki por conspirar a favor de la independencia de Taiwán

China sanciona a ex jefe militar japonés por apoyar a Taiwán

El Gobierno de China, encabezado por Xi Jinping, anunció este lunes 15 de diciembre que impondrá medidas contra un ex alto mando de las Fuerzas de Autodefensa de Japón. La sanción responde a su participación en actividades consideradas como conspiración en favor de la independencia de Taiwán, una isla autogobernada que Pekín reconoce como una provincia china.

Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, el militar, identificado como Shigeru Iwasaki (72 años), habría colaborado con las llamadas «fuerzas secesionistas» taiwanesas. Además, habría violado el principio de «una sola China» al aceptar, en marzo pasado, un cargo como asesor político externo del gobierno de Taiwán en Taipei. Esta acción fue considerada como una grave intromisión en los asuntos internos de Pekín.

Medidas de represalia y su impacto

El régimen de Xi Jinping consideró que Iwasaki comprometió la soberanía china, afectando la integridad territorial del país. Como parte de las sanciones, ahora se le ha prohibido realizar transacciones comerciales, acuerdos o cualquier tipo de cooperación con China, Hong Kong y Macao. Adicionalmente, se ha ordenado la congelación de sus bienes, la denegación de visas y la prohibición de ingreso a estos territorios, con efecto a partir de este lunes.

Shigeru Iwasaki fue jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Autodefensa de Japón desde enero de 2012 hasta octubre de 2014. Tras su retiro, continuó trabajando como asesor político en el Ministerio de Defensa nipón. Sin embargo, en marzo pasado, aceptó un cargo como asesor externo del gobierno de Taiwán. La designación fue calificada como «inusual» por el diario japonés Asahi Shimbun, ya que Japón no mantiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán.

¿Tensión entre China y Japón?

Las sanciones contra Iwasaki surgieron en un contexto de creciente tensión entre China y Japón, en medio del conflicto por Taiwán. La situación se agravó aún más cuando la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, afirmó en noviembre que un posible ataque chino a Taiwán podría conducir a Japón a una «situación de crisis» y justificar la intervención de sus Fuerzas de Autodefensa.

Pekín reaccionó calificando esas declaraciones como «extremadamente graves» y respondió con medidas económicas y culturales, entre ellas, restricciones a productos del mar japoneses. Todo esto se produce en un escenario donde China mantiene que Taiwán es una provincia rebelde que, según su postura oficial, eventualmente debe reunificarse con el continente.