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Científicos detectan silencio en las canciones de ballenas azules: alerta sobre cambios profundos en la vida oceánica

Escrito por radioondapopular
agosto 8, 2025
Científicos detectan silencio en las canciones de ballenas azules: alerta sobre cambios profundos en la vida oceánica

El silencioso cambio en las canciones de las ballenas azules y su significado

Las canciones de las ballenas, en contraste con la música humana, son un conjunto complejo de sonidos que incluyen gemidos, clics y silbidos. Estas vocalizaciones pueden asemejarse a sonidos tan variados como el mugido de una vaca o el trino de un pájaro. La potencia de estos sonidos es tal que pueden ser escuchados a distancias de hasta 10 kilómetros y durar hasta treinta minutos en una sola emisión. Aunque no sean melodías aptas para el baile, estos cantos son fundamentales para la comunicación entre las ballenas, especialmente durante la reproducción y la migración.

Para los científicos, estos sonidos ofrecen una ventana al comportamiento de estos mamíferos marinos, aunque todavía no se comprenda completamente su significado. La frecuencia y la intensidad de las canciones pueden indicar diversos estados, como la abundancia de alimento en su entorno. Sin embargo, recientes investigaciones alertan sobre un fenómeno preocupante: las ballenas azules, las más grandes del planeta, han comenzado a dejar de cantar en ciertos momentos.

¿Qué han descubierto los investigadores y en qué lugares?

Desde 2016 hasta 2025, varios estudios han documentado una tendencia similar: las ballenas azules reducen significativamente su canto durante largos períodos. Uno de los primeros trabajos, realizado en las aguas cercanas a las islas de Nueva Zelanda entre 2016 y 2018, fue liderado por científicos del Marine Mammal Institute de la Universidad Estatal de Oregón. Los investigadores monitorearon llamadas específicas relacionadas con la alimentación, llamadas D-calls, y con la reproducción, conocidas como canciones patrones.

Usando hidrófonos instalados en el fondo marino, lograron registrar sonidos en una zona conocida como el Bight de Taranaki Sur, un punto clave para la alimentación de las ballenas azules. Los datos revelaron que, durante temporadas cálidas, como la primavera y el verano, tanto la intensidad como la frecuencia de los sonidos asociados a la alimentación disminuyeron, sugiriendo una reducción en las fuentes de alimento. Posteriormente, también bajó la frecuencia de las canciones de reproducción, indicando una caída en las actividades reproductivas.

La investigadora Dawn Barlow explicó que «cuando hay menos oportunidades de alimentarse, las ballenas dedican menos esfuerzo a reproducirse». Los resultados de este estudio se publicaron en la revista Ecology and Evolution en 2023.

¿Qué revela la investigación en la Costa de California?

En un estudio publicado en PLOS One en febrero de este año, científicos analizaron las vocalizaciones de varias ballenas en el Ecosistema de Corriente de California, en el Pacífico Norte. Los investigadores, liderados por John Ryan del Monterey Bay Aquarium Research Institute, estudiaron un período de seis años, iniciando en 2015. Los primeros dos años mostraron una disminución significativa en el canto de las ballenas, especialmente las azules, en un contexto de condiciones adversas. Sin embargo, en los siguientes tres años, las especies lograron incrementar nuevamente su canto, recuperando parcialmente sus patrones habituales.

El análisis de los sonidos permitió entender mejor cómo estos mamíferos responden a los cambios en su entorno, reflejando la salud de los ecosistemas marinos. La recuperación del canto también sugiere cierta resiliencia, aunque los científicos advierten que la tendencia a la reducción en el canto puede ser un signo de estrés ambiental prolongado.

¿Por qué las ballenas dejan de cantar?

Ambos estudios coinciden en que la principal causa de la disminución en el canto de las ballenas azules es la escasez de alimento. Durante las investigaciones, se detectaron eventos extremos de olas de calor en el océano, que provocaron la desaparición de krill, su principal fuente de alimentación. Estas olas de calor forman parte de un patrón de cambio climático global, impulsado por actividades humanas que emiten altos niveles de gases de efecto invernadero, principalmente la quema de combustibles fósiles.

El aumento de las temperaturas globales y la alteración de los ecosistemas marinos están causando cambios irreversibles en la biodiversidad oceánica. Los años 2016, 2023 y 2024 han sido catalogados como los más cálidos en la historia reciente, lo que agrava la situación para las especies que dependen de condiciones específicas para sobrevivir.

Impacto en la cadena alimenticia de las ballenas

Los krill, esenciales en la dieta de las ballenas azules, son particularmente sensibles a las altas temperaturas. Durante las olas de calor, su población puede disminuir drásticamente, alterando sus patrones migratorios y de alimentación. La pérdida de estas pequeñas criaturas no solo afecta a las ballenas, sino que también refleja una crisis ecológica mayor, que podría tener consecuencias devastadoras si las tendencias actuales no se revierten.

Estos estudios subrayan la urgencia de abordar los cambios climáticos y proteger los ecosistemas marinos para garantizar la supervivencia de especies emblemáticas como la ballena azul. La reducción en sus cantos es un alarmante indicador de que el océano está atravesando transformaciones profundas que requieren atención inmediata.

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