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CNE de Honduras proclama a Nasry “Tito” Asfura como presidente electo tras concluir el escrutinio especial

Escrito por radioondapopular
diciembre 24, 2025
CNE de Honduras proclama a Nasry “Tito” Asfura como presidente electo tras concluir el escrutinio especial

El CNE de Honduras proclama a Nasry Asfura como presidente electo para el período 2026-2030

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras anunció este miércoles la proclamación de Nasry Juan Asfura Zablah como ganador de las elecciones presidenciales, para el mandato de 2026 a 2030. El conteo de votos, que duró más de tres semanas, mantuvo a la nación en un estado de incertidumbre política hasta la confirmación oficial.

El órgano electoral confirmó que Asfura, candidato del Partido Nacional, obtuvo el 40,27 % de los votos, superando apenas a Salvador Nasralla del Partido Liberal, quién logró el 39,39 %. Tras conocerse el resultado, Asfura expresó en sus redes sociales: «Honduras: estoy preparado para gobernar. No les voy a fallar«.

El mensaje fue difundido en un momento en que sus seguidores celebraban en la sede de campaña, en contraste con la tensión que aún persistía en sectores de la oposición. La elección representó un revés para el partido gobernante Libertad y Refundación (Libre), de orientación progresista, cuya candidata quedó en tercer lugar con cerca de una quinta parte de los apoyos.

## Fin del mandato de Xiomara Castro y contexto regional

El resultado electoral marca el fin del período de la presidenta Xiomara Castro, quien asumió en 2021. Su administración se centró en combatir la corrupción y reducir la violencia, objetivos que, según analistas, no lograron consolidarse de manera efectiva. La victoria de Asfura se suma a una serie de triunfos conservadores recientes en América Latina, como la elección en Chile del derechista José Antonio Kast.

Estas tendencias reflejan un desgaste de los gobiernos de izquierda que llegaron al poder en la región con promesas de profundas reformas. La orientación conservadora en Honduras parece consolidarse en un contexto de cambio en las dinámicas políticas latinoamericanas.

## Los desafíos y controversias en el proceso electoral

El proceso de escrutinio, que se prolongó varios días, estuvo marcado por interrupciones, detenciones y fallas en el sistema de transmisión de resultados. La última paralización, que duró tres días, fue atribuida a problemas en una plataforma digital operada por la empresa colombiana Grupo ASD. Las consejeras del CNE señalaron que la interrupción se debió a tareas de mantenimiento, aunque la falta de información afectó la percepción de seguridad del proceso.

El conteo del CNE incluyó 16.178 actas correctas y 2.749 que requerían verificación. Las actas con errores de digitación, discrepancias numéricas, sumas incorrectas o incidentes reportados por las Juntas Receptoras de Votos, se sometieron a revisiones en un proceso especial. Estas actas, además, que no pudieron transmitirse, llegaron mediante procedimientos de contingencia, incluyendo un estricto monitoreo con cámaras en los centros de votación.

El escrutinio final, que continúa en marcha, debe concluir antes del 30 de diciembre, según la Ley Electoral, y la declaración oficial será publicada en La Gaceta. La revisión de las actas continúa siendo crucial, debido a la cercanía de los resultados y las dudas generadas por los fallos técnicos y las suspensiones del sistema digital.

## Tensiones y antecedentes del proceso electoral

Durante la última semana del conteo, las interrupciones técnicas generaron tensiones similares a las ocurridas en 2017, cuando un fallo afectó el resultado de entonces. Las demoras y paros en el sistema reforzaron las acusaciones de los partidos de oposición, que exigieron una mayor transparencia y el recuento detallado de las actas afectadas. La comunidad internacional también solicitó la reanudación inmediata de las labores de escrutinio para garantizar un proceso limpio y creíble.

El estrecho margen entre los principales candidatos mantiene la incertidumbre, mientras Honduras se prepara para la proclamación definitiva, prevista para finales de diciembre. La complejidad técnica y la tensión política hacen que la conclusión de este proceso sea un momento clave para el panorama democrático del país.

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