Operativos en Lima contra las redes del Tren de Aragua: avances y desafíos

Reactivación de la lucha contra las organizaciones criminales en Lima

La violencia generada por organizaciones extranjeras, en particular el Tren de Aragua, volvió a activar las alertas en Lima. Los recientes ataques a transportistas y comercios revelan el avance de nuevas células vinculadas a esta banda criminal. En respuesta a esta situación, el coronel Víctor Revoredo ha asumido nuevamente la dirección de una unidad especializada en la lucha contra la extorsión, respaldada por el Ministerio del Interior. Su misión es desmantelar las redes que aún operan bajo el liderazgo del prófugo Héctor Rusthenford Guerrero, conocido como Niño Guerrero.

Operativos recientes revelan la magnitud del problema

Las intervenciones en diferentes zonas del norte de Lima demostraron la gravedad de la situación. En estos operativos, se documentaron atentados a plena luz del día por parte de sicarios y el uso de viviendas convertidas en búnkers, equipadas con fusiles, pistolas automáticas y drogas sintéticas. El equipo de Panorama acompañó a las fuerzas policiales durante estas incursiones, logrando identificar la presencia de extranjeros implicados en las actividades ilícitas, así como las dinámicas internas que mantienen viva la estructura criminal.

Métodos de intimidación y evidencia hallada

Las investigaciones han confirmado que las organizaciones dedicadas a la extorsión en Lima utilizan técnicas de intimidación que, según el coronel Revoredo, son importadas desde Venezuela. Durante una operación, la Policía encontró en una vivienda una mini Uzi oculta en una caja de zapatillas, municiones compatibles con fusiles de guerra y billetes presuntamente obtenidos mediante el cobro de cupos a transportistas. Estas evidencias están relacionadas con ataques recientes, incluido uno contra un bus de la empresa San Germán.

Origen y estructura del Tren de Aragua en Perú

Héctor Guerrero, alias Niño Guerrero, consolidó su poder en la cárcel venezolana de Tocorón, donde estableció un centro logístico para el Tren de Aragua. Desde allí,, según investigaciones internacionales, envió a miembros liberados para expandir la organización hacia países con altos flujos migratorios, como Perú. Este sistema permitió a las células mantener cuotas de pago hacia la cúpula, incluso tras la fuga de Guerrero en 2023 durante una operación militar en Tocorón.

La Policía peruana indica que algunas células aún responden a mandos que reportan directamente a Guerrero, quien continúa sin ser localizado. En el pasado, integrantes del grupo ofrecieron recompensas por información que permitiera su captura, en medio de la presión generada por los recientes operativos policiales.

Compromiso y estrategias de las fuerzas policiales

El coronel Revoredo afirmó que no se descarta la entrada a inmuebles utilizados como centros de acopio de armas, drogas o dinero. Durante las operaciones, pidió acelerar el ingreso a un cuarto donde se presume que permaneció el arma utilizada en un atentado anterior. La estrategia se basa en intervenciones rápidas y simultáneas para evitar que los sospechosos trasladen evidencia a otros puntos de la ciudad.

En declaraciones a Panorama, Revoredo expresó que no permitirá que transportistas y pequeños comerciantes sigan siendo víctimas de amenazas. Su discurso, que emplea términos duros para describir la conducta de los investigados, busca resaltar la importancia de respuestas inmediatas ante una violencia que, según él, está vinculada al consumo de drogas sintéticas y a la descontrolada presencia del crimen organizado.

El origen del poder del Niño Guerrero y su expansión internacional

El reportaje recordó que Guerrero fortaleció su liderazgo en Tocorón, donde creó una estructura que operaba como centro logístico del Tren de Aragua. Desde ese penal,, según investigaciones internacionales, envió a miembros liberados para extender la organización a países con importantes flujos migratorios, incluyendo Perú. Este sistema permitió que las células mantuvieran cuotas de pago a la cúpula, incluso después de la fuga de Guerrero en 2023 durante la intervención militar en Tocorón.

La Policía peruana sostiene que algunas células aún operan bajo órdenes directas de Guerrero, quien permanece prófugo. Además, varios integrantes del grupo han ofrecido recompensas por información que permita su captura, en un contexto de creciente presión policial.