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Crédito en crisis: La economía de Gaza colapsa ante la falta de dinero en circulación y bloqueo financiero

Escrito por radioondapopular
agosto 23, 2025
Crédito en crisis: La economía de Gaza colapsa ante la falta de dinero en circulación y bloqueo financiero





La crisis del dinero en Gaza: una economía en colapso

El deterioro del dinero en Gaza

Intentar comprar un kilo de harina en Gaza revela una realidad dura y desoladora. Al abrir la cartera, lo que encuentra la gente son billetes en mal estado, algunos apenas sostenidos por cinta adhesiva. La mayoría de estos billetes, que solían ser comunes en la vida diaria, ya no circulan oficialmente. Sin embargo, en la práctica, aún se usan, aunque en condiciones deplorables. Los vendedores no quieren aceptar billetes desgastados o dañados, y los compradores no pueden usarlos.

La escasez de efectivo se ha convertido en una crisis en sí misma. La falta de dinero fresco y la imposibilidad de reponer las billetes en circulación generan un círculo vicioso. Los billetes pequeños, en particular, se desgastan o se rompen con facilidad. Para poder comerciar, algunos comerciantes reparan los billetes parchándolos o pegándolos, en un intento desesperado por mantener el flujo de dinero.

Consecuencias más allá del dinero físico

Pero la problemática del dinero en Gaza va mucho más allá de billetes deteriorados. Los empleados públicos llevan meses sin recibir salarios, y las organizaciones no gubernamentales tienen dificultades para transferir fondos a sus empleados. Las familias no pueden enviar remesas, y las estructuras financieras que sostuvieron la economía local han desaparecido. La incertidumbre sobre cuándo volverá a fluir el dinero genera silencios inquietantes por parte de las autoridades.

Las restricciones políticas y los bloqueos mantienen el dinero atrapado en sistemas cerrados. Cuando alguien logra recibir fondos desde el exterior, como desde Ramallah o Egipto, debe pagar tarifas exorbitantes. Por ejemplo, si recibe 1,000 shekels, en realidad solo obtiene la mitad, debido a comisiones del 50 % en las transacciones de efectivo. La falta de bancos operativos agrava aún más la situación, dejando a la población sin acceso a servicios financieros formales.

Un sistema bancario en ruinas y las alternativas ilegales

Las instituciones bancarias tradicionales, como Bank of Palestine o Cairo Amman Bank, permanecen cerradas. Los cajeros automáticos no funcionan y las puertas de los bancos están cerradas. En su lugar, existen intermediarios que, conectados con el mercado negro y los traficantes, consiguen efectivo a costa de altas comisiones. La sensación general es que cada retiro es una forma disfrazada de robo, aunque la gente no tiene otra opción más que aceptar estas condiciones.

El uso de tarjetas bancarias y otros medios digitales también es inviable debido a la falta de electricidad, internet y terminales de punto de venta. Algunos residentes muestran capturas de pantalla de saldos que no pueden consultar, o llevan documentos bancarios caducados, en un intento de asegurar pagos, pero nada funciona. Solo unos pocos comerciantes aceptan billeteras digitales, pero su uso es limitado debido a la escasez de usuarios.

El trueque y la pérdida de la estabilidad económica

Ante la imposibilidad de acceder a dinero en efectivo o digital, la población recurre al trueque. En los mercados, se intercambian productos básicos como alimentos, pañales o utensilios, con precios que fluctúan diariamente y cuyo valor se basa en la necesidad y la emoción, no en cifras concretas. Un ejemplo es el intercambio de una chaqueta por varios kilos de cebollas, una práctica que refleja la desesperación y la desorganización económica.

El exilio de los valores tradicionales de la economía ha llevado a las familias a reducir sus expectativas, dejar de soñar y planificar a largo plazo. La falta de recursos y la inseguridad económica hacen que la supervivencia sea la prioridad, incluso sacrificando la dignidad. Como relata Lina, una vecina, ella vendió su pulsera de oro en un intento de hacer frente a emergencias diarias, en un contexto donde cada día trae nuevos desafíos.

Una economía destruida a propósito

La crisis en Gaza no es resultado de una mala gestión interna, sino de un bloqueo intencionado. La ocupación ha bloqueado no solo la entrada de bienes, sino también la circulación del dinero y el control financiero. La destrucción del sistema bancario y la manipulación de la liquidez convierten al dinero en una herramienta de guerra y control político.

El bloqueo monetario forma parte de un cerco más amplio que busca paralizar a la población. La imposibilidad de pagar por bienes esenciales como pan, agua o medicinas plantea una pregunta inquietante: ¿cómo se sostiene la vida en medio de la penuria? La tendencia apunta a que Gaza pueda convertirse en una sociedad que vuelve a un sistema de trueque y economía informal, sin salarios ni mercado oficial.

Si no se toman medidas, Gaza podría ser la primera sociedad moderna en regresar completamente a un sistema de intercambio sin dinero, poniendo en riesgo la supervivencia de conceptos básicos como la economía y la justicia. La situación actual evidencia que, en Gaza, el dinero que no se puede tocar equivale a no tener dinero en absoluto.

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de Al Jazeera.


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