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Cuántas veces lavar arroz para eliminar arsénico y pesticidas

Escrito por radioondapopular
julio 24, 2025
Cuántas veces lavar arroz para eliminar arsénico y pesticidas

Lavar el arroz antes de cocinarlo es una práctica clave para reducir la presencia de residuos tóxicos y mejorar su calidad. Aunque muchas personas consideran que el arroz se ve limpio por su apariencia, en realidad puede contener restos de arsénico inorgánico y pesticidas utilizados durante su cultivo y procesamiento. La buena noticia es que, siguiendo algunos pasos sencillos, es posible disminuir significativamente estos contaminantes y proteger la salud familiar.

Los expertos recomiendan lavar el arroz entre 4 y 6 veces, o hasta que el agua salga casi transparente. Este procedimiento ayuda a eliminar el almidón superficial, que da una textura pegajosa, además de residuos de polvo, impurezas, pesticidas y una fracción del arsénico. Para potenciar la limpieza, también es recomendable remojar el arroz durante al menos 30 minutos y desechar esa agua antes de cocinar. Otra técnica efectiva es cocer el arroz en abundante agua (una proporción de 6 partes de agua por 1 de arroz) y luego escurrir el exceso, similar a la preparación de pasta. Este método puede reducir la exposición al arsénico en un 40% a 60%.

El arsénico inorgánico es un metal pesado que se encuentra naturalmente en el suelo y el agua, pero su concentración en los cultivos aumenta por la contaminación agrícola. La particularidad del arroz, que se siembra en campos inundados, favorece la absorción de este metal, que se acumula tanto en la cáscara como en el grano. Incluso en el arroz blanco, que ha sido pulido, puede detectarse arsénico. Además de este metal, en el arroz se hallan residuos de pesticidas como el clorpirifós, triciclazol, propiconazol, buprofezina, glifosato y carbendazim. Aunque en niveles permitidos por la ley, la exposición continua puede acumular efectos nocivos en la salud.

La presencia constante de arsénico y pesticidas en la dieta puede causar problemas serios, como cáncer, enfermedades cardiovasculares, alteraciones neurológicas, diabetes tipo 2, daño hepático y renal, además de afectar el desarrollo cerebral en niños. La exposición prolongada al arsénico, en particular, puede generar consecuencias graves a largo plazo, dado que este metal se acumula en el cuerpo.

Es importante señalar que el arroz integral, al conservar la cáscara, suele contener mayores cantidades de arsénico. Otros cereales como trigo, avena, cebada, maíz y centeno también pueden tener trazas, aunque en menor medida. Por ello, se recomienda variar el consumo de granos y adoptar hábitos que disminuyan la ingesta de sustancias tóxicas, como lavar y remojar adecuadamente los alimentos y alternar las fuentes de carbohidratos en la dieta. Este cuidado simple puede marcar una gran diferencia en la salud de quienes consumen arroz de forma habitual.

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