Cuba al borde del colapso energético: apagones masivos por caída histórica de importaciones de petróleo

La situación energética en Cuba se ha agravado significativamente en los últimos meses, situándose como una de las peores crisis en años. La causa principal es el fuerte desplome en las importaciones de petróleo y combustibles, lo que ha provocado apagones masivos y ha afectado el acceso a servicios básicos en toda la isla.

Fuentes independientes y registros de tráfico marítimo confirman que los envíos de crudo y derivados desde Venezuela y México, los principales socios comerciales del régimen de Miguel Díaz-Canel, han caído drásticamente en los últimos tiempos. La disminución en estos suministros ha golpeado duramente la capacidad de Cuba para mantener su red energética.

Entre enero y octubre, las importaciones totales de petróleo, gas licuado y otros combustibles se redujeron en un 35% respecto al mismo período del año anterior. En particular, las compras a México disminuyeron en un 73%, bajando de 18.800 a solo 5.000 barriles diarios, lo que refleja una drástica reducción en la entrada de combustibles esenciales.

## Crisis en las exportaciones y suministro de energía

Por otro lado, las exportaciones venezolanas hacia Cuba también disminuyeron casi un 15%, especialmente en el envío de fuelóleo destinado a la generación eléctrica. La caída en estos flujos ha reducido aún más la capacidad del país para generar electricidad, intensificando la crisis energética.

Este descenso en los suministros ha provocado una severa reducción en la disponibilidad de energía en toda Cuba. La administración cubana atribuye parte de la crisis al deterioro de su infraestructura, sumado a la reciente afectación del huracán Melissa. La empresa estatal eléctrica informó que, en un día reciente, casi 900 megavatios de capacidad fueron desconectados debido a la falta de insumos, lo que equivale a aproximadamente un tercio de la demanda eléctrica diaria en la isla.

Los apagones se han convertido en una situación cotidiana, especialmente en La Habana, donde los residentes enfrentan hasta nueve horas sin electricidad. En provincias más alejadas, las interrupciones alcanzan entre dos y cuatro horas diarias, impactando la economía, la educación y la vida cotidiana de los cubanos.

“Es muy difícil regresar de la universidad y no tener cómo cocinar o estudiar porque la luz solo regresa en la madrugada”, comenta Daniela Castillo, estudiante en La Habana. La dependencia del régimen en las importaciones para mantener su sistema energético ha quedado en evidencia ante la incapacidad de cubrir sus propias necesidades.

## Limitaciones en las importaciones y el futuro de Cuba

Desde hace años, Cuba ha dependido en gran medida de las importaciones para sostener su matriz energética, ya que su economía en deterioro no le permite producir suficientes combustibles localmente ni acceder a financiamiento internacional. La situación se complica aún más ante las limitaciones de producción en México y Venezuela, sus principales proveedores.

• La estatal mexicana Pemex prioriza sus clientes con pagos garantizados, dejando a Cuba con menores envíos, incluso de crudo ligero como el Olmeca, adaptado a las refinerías cubanas obsoletas.
• En Venezuela, PDVSA ha reducido los envíos, enfocándose en abastecer el mercado interno debido a las sanciones estadounidenses y a nuevas restricciones regulatorias.

Además, la escasez de buques ha retrasado aún más los envíos, y Rusia, que en el pasado fue un proveedor alternativo, solo ha realizado un par de envíos menores este año, insuficientes para revertir la crisis.

En cifras, Cuba pasó de importar alrededor de 69.400 barriles diarios en los primeros diez meses de 2024 a aproximadamente 45.400 barriles en el mismo período de 2023, reflejando una profunda caída en su capacidad de abastecimiento.

Mientras la tensión social aumenta por los cortes de energía y la escasez de recursos, el régimen cubano intenta buscar nuevos acuerdos de suministro. Sin embargo, la falta de liquidez y su mala reputación crediticia dificultan la obtención de créditos o nuevos contratos en los mercados internacionales.