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Desgaste del delta del Indus en Pakistán: comunidades pesqueras desplazadas por la intrusión de agua salada

Escrito por radioondapopular
agosto 5, 2025
Desgaste del delta del Indus en Pakistán: comunidades pesqueras desplazadas por la intrusión de agua salada

El delta del Indo en peligro: la desaparición de comunidades por la intrusión del agua salada

Las costras salinas crujen bajo los pies de Habibullah Khatti mientras se acerca a la tumba de su madre para despedirse, antes de abandonar su pueblo en la árida isla del delta del Indo, en Pakistán. La intrusión de agua salada en la región, donde el río Indo desemboca en el mar Arábigo, ha provocado el colapso de las comunidades agrícolas y pesqueras que allí habitaban.

“El agua salina nos ha rodeado desde los cuatro puntos cardinales”, señala Khatti, originario del pueblo Abdullah Mirbahar, en la localidad de Kharo Chan, a unos 15 kilómetros de la desembocadura del río. La disminución de las poblaciones de peces y la falta de recursos han llevado al 54 años a Khatti a buscar alternativas, como la costura, aunque esa actividad también se ha vuelto inviable. Actualmente, solo quedan cuatro familias de las 150 que solían habitar la zona.

El éxodo y la pérdida de un modo de vida

El silencio que reina por las tardes en Kharo Chan resulta inquietante, con perros callejeros vagando entre casas de madera y bambú abandonadas. La ciudad, que alguna vez contó con unos 40 pueblos, ha visto desaparecer la mayoría debido a la subida del nivel del mar. La población de Kharo Chan ha disminuido de 26,000 en 1981 a apenas 11,000 en 2023, según datos censales.

Khatti planea trasladar a su familia a Karachi, la ciudad más grande de Pakistán, donde numerosos migrantes económicos, incluyendo muchos del delta del Indo, buscan nuevas oportunidades. La situación de desplazamiento masivo es alarmante: el Foro de Pescadores de Pakistán estima que decenas de miles de personas han sido desplazadas solo en las zonas costeras del delta, mientras que un estudio del Instituto Jinnah indica que en las últimas dos décadas más de 1,2 millones de habitantes han abandonado la región.

Factores que aceleran la desaparición del delta

Desde la década de 1950, el flujo de agua hacia el delta ha disminuido en un 80%, debido a la construcción de canales de riego, represas hidroeléctricas y los efectos del cambio climático, que afectan el derretimiento de glaciares y la nieve en las cordilleras. Esto ha provocado una intrusión devastadora de agua salada, cuyo nivel de salinidad ha aumentado aproximadamente un 70% desde 1990, haciendo casi imposible la agricultura y afectando severamente las poblaciones de crustáceos y peces.

“El delta se está hundiendo y reduciendo su tamaño”, advierte Muhammad Ali Anjum, conservacionista del WWF. La región que forma el delta, rica en sedimentos depositados por el río y el mar, fue en el pasado uno de los lugares más fértiles para la agricultura, la pesca y la biodiversidad. Sin embargo, más del 16% de esas tierras productivas se han vuelto inadecuadas para el cultivo debido a la invasión del agua salada, según un estudio gubernamental de 2019.

En Keti Bandar, una localidad que se extiende tierra adentro desde la costa, el suelo está cubierto de cristales de sal blanca, y los barcos llevan agua potable desde distancias lejanas, transportándola en burros. La comunidad local se ha visto obligada a abandonar sus hogares ante el avance del agua, como relata Haji Karam Jat, cuya vivienda fue engullida por la subida del nivel. Él se reconstruyó más hacia el interior, confiando en que más familias seguirán su ejemplo.

Las alteraciones del curso del río por parte de colonizadores británicos y, más recientemente, la construcción de numerosas represas y proyectos hidroeléctricos, han agravado la situación. En 2021, el gobierno paquistaní y Naciones Unidas lanzaron la “Iniciativa Vida en el Indo” para revertir los daños, incluyendo proyectos para restaurar los manglares y reducir la salinidad del suelo. Sin embargo, las actividades de desarrollo y la expansión urbana continúan amenazando estos esfuerzos, en un contexto de tensiones internacionales, especialmente con India, que ha suspendido el tratado de agua de 1960 y amenaza con construir represas upstream, lo que podría reducir aún más el caudal hacia Pakistán.

Para las comunidades del delta, la pérdida no solo es de tierra y recursos, sino también de una forma de vida ancestral. La activista ambiental Fatima Majeed, que trabaja con el Foro de Pescadores, advierte que las mujeres, que tradicionalmente se dedicaban a tejer redes y recolectar la pesca del día, enfrentan mayores dificultades para encontrar empleo en las ciudades, evidenciando el impacto social de esta crisis ecológica.

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