Dina Boluarte busca reconstruir su relato político tras su mandato

En una reciente columna para el medio Infobae, la ex presidenta Dina Boluarte intentó ofrecer su versión de los hechos y justificar su gestión tras haber sido vacada del cargo en medio de un contexto de elevado rechazo ciudadano. Boluarte se presenta como la única barrera que, según ella, evitó una crisis aún más profunda en el país.

Únete a nuestro canal de política y economía

No obstante, su versión contrasta con la percepción pública al cierre de su mandato. Cabe recordar que Boluarte se convirtió en una de las gobernantes con mayor rechazo en la historia reciente del país, con un índice de desaprobación que alcanzó el 93,8% y solo un 2,5% de respaldo.

En las regiones de Lima y Callao, la desaprobación superó incluso el 95%. Muchos atribuyen este rechazo a la respuesta violenta durante las movilizaciones que siguieron a su asunción tras la vacancia de Pedro Castillo, en la que se registraron al menos 49 civiles muertos.

Dina Boluarte intenta justificar errores en su gestión: «Mi identidad fue utilizada»

Pese a las críticas, Boluarte sostiene que fue víctima de ataques políticos y discriminatorios. “A esa carga se sumó la de ser una mujer andina en un país donde la discriminación, durante décadas normalizada, continúa filtrándose en los juicios políticos y sociales. Mi identidad fue utilizada como arma arrojadiza tanto por quienes buscaban desacreditarme, como por quienes pretendían adueñarse de mi voz para moldearla a sus intereses”, afirmó, aunque en varias ocasiones las bancadas mayoritarias del Parlamento la blindaron en las distintas comisiones.

Durante su mandato, la relación con los medios de comunicación también fue tensa. En varias ocasiones, cuestionó públicamente el trabajo periodístico y acusó a la prensa de distorsionar la realidad. Mientras tanto, gremios de periodistas denunciaron restricciones en el acceso a la información pública, uso de calificativos estigmatizantes y discursos oficiales que ponían en riesgo la libertad de prensa.

En la parte final de su columna, Boluarte busca justificar su gestión y afirma que entregó un país mejor. “Es cierto que cometí errores (…) y entregué un país estable y viable, que volvió a ocupar los primeros puestos de la región en solidez macroeconómica y proyección de crecimiento”, aseguró.

Mientras Boluarte pide que su legado sea evaluado “desde la complejidad y no desde la simplificación interesada”, aún permanecen abiertas diversas interrogantes. Entre ellas, las responsabilidades por las muertes durante las protestas y el alto rechazo ciudadano que marcó sus últimos meses en el cargo.