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EE.UU. impone arancel del 50% a Brasil: impacto económico y riesgo de represalias en un contexto frágil

Escrito por radioondapopular
agosto 4, 2025
EE.UU. impone arancel del 50% a Brasil: impacto económico y riesgo de represalias en un contexto frágil





Conflicto comercial entre Brasil y EE. UU.: un análisis de sus implicaciones

Un enfrentamiento desigual en la política comercial

El 12 de julio de 2025, el gobierno de Estados Unidos anunció la imposición de un arancel del 50% sobre las importaciones brasileñas, con vigencia a partir del 1 de agosto. La respuesta de Brasil fue rápida y enérgica, advirtiendo que podría recurrir a medidas de reciprocidad según lo establecido en su Ley de Reciprocidad Económica. Sin embargo, detrás de los discursos diplomáticos, la realidad revela un desequilibrio claro: esta confrontación no es simétrica ni equitativa.

Brasil y Estados Unidos enfrentan este conflicto desde posiciones muy distintas. La economía brasileña, en comparación con la de Estados Unidos, carece de la fuerza suficiente para resistir un enfrentamiento prolongado sin sufrir daños significativos. La influencia en el comercio internacional, la solidez fiscal y la estabilidad estructural son mucho menores en Brasil, lo que limita su capacidad de respuesta efectiva ante medidas unilaterales.

## Dependencia y vulnerabilidad económica

Brasil depende en gran medida de importaciones cruciales provenientes de Estados Unidos, muchas de ellas indispensables y difíciles de sustituir. En 2024, Estados Unidos fue el segundo mayor proveedor del país sudamericano, solo después de China, con exportaciones que superaron los 30 mil millones de dólares en maquinaria, fertilizantes, equipos médicos, medicamentos, electrónicos y licencias de software. Estos insumos son esenciales para la producción industrial y agrícola en Brasil.

Reemplazar estos proveedores no es tarea sencilla ni rápida. Las alternativas, en muchos casos, resultarían más costosas, lentas y menos confiables, lo que podría afectar la economía brasileña en momentos ya de por sí delicados.

### Contexto macroeconómico y sus riesgos

La situación económica de Brasil en 2025 es frágil. La inflación se mantenía entre el 5% y el 6%, lo cual limita la capacidad de maniobra del país ante shocks económicos. La imposición de aranceles sobre fertilizantes, por ejemplo, encarecería aún más los alimentos básicos, y gravar equipos médicos podría restringir el acceso a servicios de salud. Además, la imposición de impuestos a maquinaria afectaría la recuperación industrial, justo en un momento en que Brasil necesita estimular su crecimiento.

Esta vulnerabilidad limita la capacidad real del país para responder sin perjudicar a su población, lo que hace que cualquier medida de represalia tenga un costo político y social relevante.

## Diferencias en la exposición comercial

En términos comerciales, la asimetría también es evidente. Brasil exportó aproximadamente 40 mil millones de dólares a Estados Unidos en 2024, representando cerca del 12% de sus exportaciones totales. En contraste, Estados Unidos recibe únicamente el 1.2% de sus importaciones globales de Brasil. Washington puede diversificar sus fuentes de importación, sustituyendo productos brasileños por otros de países como Colombia, Etiopía, Australia o Canadá, con relativa facilidad.

Por otro lado, Brasil no cuenta con esa flexibilidad. La calidad, velocidad y precios de sus productos, en muchos casos, no tienen igual en mercados alternativos, ni en China ni en Europa. Esa dependencia limita la capacidad brasileña para soportar un golpe comercial sin afectar su economía y sectores productivos.

### Estado financiero y desafíos internos

La capacidad de Brasil para resistir un conflicto comercial es limitada. La deuda pública representa aproximadamente el 80% del PIB y su margen fiscal es estrecho. El gobierno de Lula enfrenta presiones internas para mantener la inflación bajo control, garantizar estabilidad económica y preservar su influencia internacional. Además, lidia con tensiones diplomáticas relacionadas con procesos judiciales contra el expresidente Bolsonaro y nuevas regulaciones tecnológicas.

Por su parte, Estados Unidos se encuentra en una posición mucho más sólida. Con una inflación moderada, un dólar fuerte y una red de proveedores diversificada, su economía puede absorber shocks de precios con mayor facilidad. Su mercado interno es más profundo y con mayor poder adquisitivo, lo que le otorga mayor capacidad de resistencia ante estas tensiones comerciales.

## La importancia de una relación equilibrada

El escenario actual evidencia que Estados Unidos no debe subestimar la importancia estratégica de su relación con Brasil. Ambos países tienen mucho que ganar fortaleciendo sus vínculos en sectores como el agrícola, energético e innovación tecnológica. La cooperación en esas áreas debería ser una prioridad, pero siempre con un enfoque realista y claro.

De no establecerse pronto un canal diplomático efectivo, los principales perjudicados serán los consumidores y productores brasileños. Estados Unidos, con más herramientas y margen de maniobra, puede permitirse esperar, pero Brasil no cuenta con esa misma capacidad. La necesidad de diálogo y acuerdos será clave para evitar un daño duradero a la economía de la región.

*El autor es empresario, inversor, filántropo, y miembro de la Junta Directiva de la Universidad Internacional de Florida (FIU).


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