EEUU intenta disolver el imperio publicitario de Google en su segundo golpe antimonopolio del año

EE.UU. busca limitar el poder de Google en publicidad digital por segunda vez en 2025

El gobierno de Estados Unidos ha presentado su segunda petición importante en lo que va del año para regular a Google, esta vez enfocándose en su negocio de publicidad digital. La demanda, presentada ante un juez federal, propone la disolución de dicha división, argumentando que las promesas de Google de modificar sus prácticas no son confiables y que su monopolio debe ser detenido.

Durante los alegatos finales en esta demanda, los abogados del gobierno señalaron que las herramientas de publicidad de Google —que facilitan a los editores vender anuncios y a los anunciantes comprarlos— están concentradas en manos de una sola compañía, lo que limita la competencia y perjudica a todo el mercado digital.

Contexto y antecedentes

Este caso constituye la segunda gran ofensiva antimonopolio contra Google en 2025. En septiembre, un juez ya había rechazado una demanda similar del Departamento de Justicia, que solicitaba que Google vendiera su navegador Chrome, en una acción legal relacionada con la competencia en motores de búsqueda.

Estos procedimientos reflejan una estrategia más amplia del gobierno estadounidense para reducir el dominio de las principales tecnológicas, incluyendo a Apple, Amazon y Meta. Sin embargo, las decisiones judiciales han sido variadas: a principios de esta semana, otro juez falló en contra del gobierno en una demanda contra Meta, la matriz de Facebook, lo que evidencia la complejidad de estos casos.

Implicaciones y argumentos de las partes

En documentos presentados antes del juicio, el Departamento de Justicia y varios estados de EE.UU. acusaron a Google de adquirir monopolios de forma ilegal en mercados interrelacionados de tecnología publicitaria. La acusación principal es que la compañía controla múltiples aspectos del mercado, desde la compra hasta la venta de anuncios digitales.

La fiscal general adjunta, Gail Slater, afirmó en redes sociales que “la solución más efectiva sería desmantelar el monopolio de Google para permitir la entrada de nuevos competidores”. Por su parte, Google ha rechazado las acusaciones, argumentando que su plataforma publicitaria es eficiente e innovadora, y que dividir sus servicios sería técnicamente inviable y perjudicial para editores, anunciantes y consumidores.

Se espera que en los próximos meses se conozca la decisión final del tribunal, que podría tener un impacto significativo en la regulación del mercado tecnológico y en las prácticas comerciales de Google.

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