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El ascenso de China desafía intereses de EE. UU.: ¿Cambio en la dinámica global o estrategia de confrontación?

Escrito por radioondapopular
agosto 3, 2025
El ascenso de China desafía intereses de EE. UU.: ¿Cambio en la dinámica global o estrategia de confrontación?

La evolución de la relación entre Estados Unidos y China

En las últimas dos décadas, la postura de Estados Unidos hacia China ha pasado de una cooperación económica a un enfrentamiento abierto. Los medios estadounidenses y algunos políticos han intensificado una narrativa anti-China, mientras el gobierno de EE.UU. ha impuesto restricciones comerciales y sanciones, además de fortalecer su presencia militar cerca del territorio chino. Washington busca crear la percepción de que China representa una amenaza, aunque la realidad es más compleja.

¿Una amenaza real o una estrategia de control?

El ascenso de China sí representa un reto para los intereses estadounidenses, pero no en los términos que la élite política de EE.UU. intenta presentar. La relación con China debe entenderse en el contexto del sistema capitalista mundial. La acumulación de capital en los países centrales, comúnmente denominados el “Norte Global”, depende de mano de obra y recursos baratos provenientes de la periferia y semi-periferia, conocida como el “Sur Global”.

Este sistema es fundamental para mantener altos márgenes de ganancia de las multinacionales que dominan las cadenas de suministro globales. La diferencia sistemática en los precios entre el centro y la periferia permite al núcleo obtener un valor neto importante mediante un intercambio desigual en el comercio internacional.

El papel de China en la economía global

Desde los años 80, cuando China abrió su economía a la inversión y comercio occidentales, se convirtió en una pieza clave de esta estructura. China ha proporcionado una fuente importante de mano de obra para las empresas occidentales, combinando bajos costos con una alta productividad y habilidades. Por ejemplo, gran parte de la producción de Apple depende del trabajo chino. Estudios del economista Donald A. Clelland estiman que, en 2011, pagar a los trabajadores chinos al mismo nivel que a los estadounidenses habría aumentado el costo de cada iPad en unos $572.

El aumento de los salarios en China y su impacto

En las últimas dos décadas, los salarios en China han crecido de manera significativa. En 2005, el costo laboral por hora en China era menor que en India, con menos de un dólar. Desde entonces, ha aumentado a más de $8 por hora, mientras que en India apenas alcanza los $2. Actualmente, los salarios chinos superan a los de todos los demás países en desarrollo en Asia, un cambio histórico de gran relevancia.

Causas del incremento salarial y sus implicaciones

Este crecimiento se debe a varias razones. La absorción progresiva del exceso de mano de obra en la economía salarial ha fortalecido el poder de negociación de los trabajadores. Además, la política del gobierno bajo Xi Jinping ha ampliado el papel del Estado en la economía, fortaleciendo sistemas públicos de salud y vivienda, beneficiando directamente a los empleados.

Estos cambios son positivos para China y sus trabajadores, pero complican la situación para el capital occidental. Los salarios más altos limitan las ganancias de las empresas extranjeras que operan en China o dependen de insumos chinos para sus cadenas productivas.

Consecuencias para la relación comercial y política

Otro aspecto importante es que la subida de salarios y precios en China reduce su dependencia del intercambio desigual. En los años 90, la relación exportaciones-importaciones de China con el núcleo era muy alta, lo que obligaba al país a exportar grandes volúmenes para obtener importaciones esenciales. Hoy, esa relación ha disminuido, mejorando los términos de intercambio de China y limitando la capacidad del núcleo para apropiarse del valor chino.

Frente a ello, los capitalistas del Norte buscan recuperar el acceso a mano de obra y recursos baratos. La opción más discutida es trasladar la producción a otros países asiáticos con salarios más bajos, aunque esto implica costos y riesgos logísticos. La otra alternativa es presionar a China para reducir sus salarios, mediante campañas de desestabilización económica y amenazas militares, como parte de una estrategia de control.

El debate sobre las políticas de China y su moneda

Irónicamente, algunos gobiernos occidentales justifican su oposición a China argumentando que sus exportaciones son demasiado baratas. Se afirma que China “fabrica” ventajas manipulando su moneda, el renminbi, para mantenerla artificialmente baja. Sin embargo, China dejó de devaluar su moneda hace aproximadamente una década. En 2017, el economista del FMI, José Antonio Ocampo, señaló que China ha estado intentando evitar la depreciación, sacrificando reservas y, en realidad, su moneda está sobrevaluada.

En 2019, China permitió una devaluación del renminbi en respuesta a los aranceles de EE.UU., pero esto fue una reacción normal a cambios en el mercado, no una estrategia deliberada para manipular la moneda. Durante mucho tiempo, el país apoyó su economía mediante préstamos del FMI y el Banco Mundial, especialmente cuando su moneda estaba subvaluada, pero en los últimos años, la política ha cambiado.

El avance tecnológico de China y su impacto en la rivalidad

Otro factor que alimenta la hostilidad estadounidense es el desarrollo tecnológico de China. El país ha priorizado la innovación en sectores estratégicos, logrando avances destacados. Actualmente, China tiene la red de trenes de alta velocidad más grande del mundo, fabrica aviones comerciales, lidera en energías renovables y vehículos eléctricos, además de tener tecnología avanzada en salud, microchips, inteligencia artificial y más. Este progreso desafía la posición de Estados Unidos como líder tecnológico global y aumenta las tensiones en la rivalidad internacional.

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