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El asesino de sonrisa busca a Kohberger en la cárcel

Escrito por radioondapopular
julio 29, 2025
El asesino de sonrisa busca a Kohberger en la cárcel

Keith Jesperson, conocido como el «Asesino de la Cara Feliz», cumple varias cadenas perpetuas en la Penitenciaría Estatal de Oregón, ubicada a aproximadamente 765 kilómetros de Kuna, Idaho. Este peligroso convicto, responsable de al menos ocho asesinatos en la década de 1990, ha expresado recientemente su deseo de que Bryan Kohberger, condenado por el brutal asesinato de cuatro estudiantes en Idaho, sea trasladado a su misma prisión para garantizar su seguridad.

Jesperson, célebre por dibujar «caritas felices» en las cartas que enviaba a las autoridades y medios de comunicación, argumenta que la presencia de Kohberger en una cárcel de máxima seguridad en Oregón sería beneficiosa. Según una nota enviada al exministro de prisiones Keith Rovere, Jesperson señala que su principal esperanza es que Kohberger sea trasladado a esa prisión, que recibe reclusos de otros estados para protegerlos de amenazas externas. Esta propuesta surge en un contexto donde algunos estados del oeste de Estados Unidos tienen acuerdos para el traslado de presos vulnerables, aunque Idaho no forma parte de ese convenio.

El exconvicto también advirtió que planea comunicarse con las autoridades penitenciarias de Idaho para solicitar que Kohberger sea enviado a su prisión, argumentando que esto reduciría los riesgos de seguridad para él. Sin embargo, expertos como Rovere consideran que Kohberger enfrentará dificultades para adaptarse a la vida en prisión debido a su falta de habilidades sociales o conocimientos sobre la dinámica carcelaria.

Kohberger, de 30 años, aceptó cumplir una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional tras admitir su culpabilidad en los asesinatos de Madison Mogen, Kaylee Goncalves, Xana Kernodle y Ethan Chapin, estudiantes universitarios en Idaho que fueron atacados en sus residencias mientras dormían. Se espera que pase varias semanas en aislamiento mientras las autoridades determinan su destino final en la Institución de Máxima Seguridad en Kuna.

La propuesta de Jesperson, aunque polémica, no resulta totalmente inusual en el sistema penitenciario estadounidense, donde el traslado de reclusos peligrosos busca proteger su integridad y la seguridad del personal penitenciario. Desde Idaho, el Departamento Correccional afirmó que la seguridad de todos es prioridad, y el proceso de ingreso de nuevos internos incluye una evaluación para determinar su ubicación en la prisión, proceso que suele durar entre 7 y 14 días.

Este caso genera debate sobre las condiciones y protocolos en las prisiones de alta seguridad, y si las transferencias interestatales son efectivas para proteger a reclusos de alto perfil en un sistema penitenciario cada vez más complejo.

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