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El experimento de la mano falsa revela cómo el cerebro integra vista, tacto y propiocepción para crear la sensación de propiedad corporal

Escrito por radioondapopular
julio 30, 2025
El experimento de la mano falsa revela cómo el cerebro integra vista, tacto y propiocepción para crear la sensación de propiedad corporal

El Experimento de la Mano Falsa y su Revelancia en la Percepción del Propio Cuerpo

Probablemente, muchas personas hayan oído hablar del experimento de la mano falsa, una técnica que engaña al cerebro para que perciba una extremidad artificial como propia. Este método, que fue descrito por primera vez en humanos en 1998, también ha sido adaptado en estudios con animales como ratones y monos. La importancia de esta investigación trasciende su carácter curioso, ya que permite comprender cómo la vista, el tacto y la propiocepción —la percepción de la posición del cuerpo— trabajan en conjunto para generar la sensación de pertenencia a nuestro cuerpo.

¿En qué consiste el experimento?

El procedimiento habitual implica que la persona apoye ambas manos sobre una superficie, con una de ellas oculta tras un panel para que no sea visible. Frente a ella, se coloca una mano falsa en la misma posición que la mano oculta. Luego, los investigadores simulan estimular la mano artificial mientras mantienen la real sin que el sujeto la vea. Cuando las sensaciones físicas y la contacto visual con la mano falsa coinciden, el cerebro termina aceptando la extremidad artificial como propia, aunque el individuo sea consciente de que no lo es.

Este proceso suele demostrarse mediante un acto de agresión contra la mano falsa. Si la ilusión ha sido efectiva, el participante reaccionará con rechazo o retraimiento, aun sin haber sufrido daño real. Estudios realizados por científicos de la Universidad de Oxford han mostrado que, cuando se logra esta percepción, la temperatura de la mano real, que permanece oculta, desciende ligeramente. Además, esa mano tarda más en responder a estímulos, indicando que el cerebro la «olvida» en favor de la mano falsa.

Implicaciones y avances en el estudio de la conciencia corporal

Estos hallazgos refuerzan la idea de que la percepción de nuestro cuerpo como una unidad coherente depende de la integración de múltiples sentidos. La capacidad del cerebro para distinguir entre el “yo” y lo externo, así como para identificar los límites del cuerpo, es fundamental en la autoconciencia. La investigación en este campo no solo ayuda a entender mejor la mente humana, sino que también abre puertas a nuevas terapias para trastornos de la percepción corporal, como las amputaciones o las condiciones psicosomáticas.

Por otra parte, recientes descubrimientos en el reino animal, particularmente en los pulpos, aportan nuevas perspectivas. Investigaciones recientes demuestran que estos invertebrados, reconocidos por su alta inteligencia y capacidad de adaptación, también muestran indicios de tener una percepción del cuerpo similar a la humana, a pesar de su sistema nervioso muy diferente.

La sorprendente percepción de los pulpos

Los pulpos poseen un sistema nervioso único, con un cerebro en forma de anillo alrededor de su esófago y aproximadamente dos tercios de sus 500 millones de neuronas distribuidos en sus ocho tentáculos. Cada tentáculo puede actuar de manera autónoma, sin órdenes directas del cerebro central. Sin embargo, estudios recientes realizados por científicos de la Universidad de las Ryukyus en Japón han demostrado que estos animales reaccionan de manera defensiva ante estímulos en sus tentáculos artificiales, como si los hubieran atacado.

En los experimentos, los investigadores colocaron un tentáculo falso, hecho de gel blando, en frente del pulpo y ocultaron uno real tras una pantalla. Al acariciar y luego pellizcar el tentáculo falso, los pulpos respondieron con movimientos de rechazo, cambio de color y retraimiento, como si estuvieran siendo atacados. Estos resultados, inéditos hasta ahora, sugieren que los pulpos también poseen una forma de percepción del cuerpo que incluye el sentido de propiedad, una característica que hasta ahora se atribuía principalmente a los humanos y otros vertebrados.

Implicaciones de los nuevos hallazgos

El estudio, publicado en Current Biology, concluye que los pulpos tienen una representación multisensorial de su cuerpo, similar a la de los humanos. Esto refuerza la idea de que la percepción del cuerpo no es exclusiva de los mamíferos, sino que puede estar presente en otras formas de vida con sistemas nerviosos diferentes. La investigación abre nuevas preguntas sobre cómo diferentes especies procesan la percepción del propio cuerpo y qué mecanismos neurobiológicos subyacen a esa capacidad, lo que podría tener implicaciones en la inteligencia artificial y la neurociencia en general.

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