La noche del miércoles 8 de octubre quedó marcada por un violento incidente en el Círculo Militar de Chorrillos. En medio de un concierto multitudinario de Agua Marina, una de las agrupaciones musicales más populares del Perú, los espectadores fueron sorprendidos por el estruendo de disparos que interrumpieron la celebración.

El ataque dejó un saldo de cinco personas heridas: cuatro músicos y un vendedor ambulante. La Fiscalía de Chorrillos inició una investigación por tentativa de homicidio. Las primeras pericias confirmaron que los agresores, que dispararon desde una motocicleta estacionada detrás del escenario, tenían como objetivo a los integrantes de la agrupación.

Según la Policía Nacional del Perú, los casquillos recolectados en la escena corresponden a armas de 9 milímetros, lo que evidencia una acción premeditada y planificada. El general Luis Felipe Monroy, jefe de la Región Policial Lima, informó que ya se han solicitado las cámaras de seguridad de la zona para identificar a los responsables. Además, la investigación también analiza la posible participación del promotor del evento, quien sería clave para esclarecer las circunstancias del atentado.

El nombre de Erick Luis Moreno Hernández, conocido como ‘El Monstruo’, volvió a relacionarse con el reciente ataque a Agua Marina. Según registros policiales, Moreno Hernández fue durante años el cabecilla de ‘Los Injertos del Cono Norte’, una organización dedicada a la extorsión mediante amenazas y ataques armados a transportistas, comerciantes y empresarios en Lima Norte.

Antes de su captura en Paraguay en septiembre, ‘El Monstruo’ fue señalado por amenazas directas a la agrupación musical. En un audio difundido previamente, se escucha cómo advertía que “Lima Norte lo estoy manejando yo” y que no permitía que su orquesta tocara en esa zona sin su autorización. También menciona a ‘Jorobado’, a quien afirma “haber sacado del camino”, y recalca que “Carabayllo tiene dueño”.

La grabación evidencia el control que Moreno Hernández ejercía sobre las actividades ilícitas en la zona, con un discurso que combina amenazas y supuestos intentos de trabajo pacífico. Sin embargo, deja claro que quienes no acaten sus condiciones sufrirán las consecuencias.

El ataque en Chorrillos no fue un hecho aislado. En marzo pasado, el fundador de Agua Marina denunció públicamente que su agrupación había sido víctima de extorsiones reiteradas. Informó que delincuentes colocaron explosivos en los alrededores de sus conciertos, balearon uno de sus buses de traslado y robaban sus pertenencias durante una gira por el norte del país. En esa oportunidad, solicitó protección a las autoridades y advirtió sobre la existencia de mafias dedicadas al cobro de cupos en eventos artísticos.

Pese a las alertas, la respuesta de las fuerzas del orden fue limitada. El Ministerio del Interior confirmó que el concierto en el que ocurrió el atentado fue objeto de investigaciones, pero no se brindaron detalles adicionales sobre las acciones tomadas hasta el momento.