El Papa León XIV felicita al Perú por su independencia

El Papa León XIV envió un mensaje especial a los peruanos en conmemoración del 204° aniversario de la independencia del Perú, celebrada este 28 de julio. La felicitación fue transmitida durante un encuentro con una delegación de jóvenes peruanos que viajaron a Roma para participar en el Jubileo de los Jóvenes, evento que reúne a miles de asistentes de distintas naciones y que continuará hasta el 3 de agosto.

El pontífice expresó su entusiasmo y gratitud en español, deseando “¡Felices fiestas patrias a todos los peruanos!”. Sus palabras resonaron con un tono cercano y emotivo, reconociendo la importancia de la fecha y el esfuerzo de las familias y comunidades que hicieron posible la presencia de los jóvenes en el Vaticano. Durante la reunión, el Papa solicitó a los asistentes vivir la experiencia del Jubileo como peregrinos de esperanza y testigos de la alegría cristiana, además de resaltar la valiosa contribución de las parroquias en esta iniciativa internacional.

El mensaje del Papa incluyó una reflexión basada en dos parábolas del Evangelio: la del grano de mostaza y la de la levadura. Explicó que, aunque parecen pequeñas, estas realidades contienen una fuerza transformadora capaz de generar grandes frutos cuando trabajan en comunidad. “Nosotros también somos pequeños, pero no estamos solos; el Señor nos ha querido formar parte de su gran familia, la Iglesia”, afirmó.

El Papa León XIV también hizo énfasis en las mochilas de los jóvenes peregrinos, símbolo de que solo llevan lo esencial para cumplir su misión. Este acto representa el envío misionero, instando a los jóvenes a ser misioneros dondequiera que vayan y a reflejar la presencia del Señor, tal como lo hicieron los santos peruanos. Además, recordó las palabras del Papa Francisco, quien describió al Perú como “tierra ensantada”, y los animó a ser santos en el presente y en el futuro.

Cabe destacar que el Papa León XIV, cuyo nombre real es Robert Prevost, tiene un vínculo profundo con el Perú. Llegó como misionero en los años 80, inicialmente en la diócesis de Chulucanas, en Piura, donde realizó una destacada labor pastoral en comunidades rurales, combinando tareas religiosas con proyectos sociales. En 2015, fue nombrado obispo de Chiclayo, donde promovió la formación de líderes, el diálogo intercultural y la defensa de los derechos humanos. Su experiencia en el país ha marcado profundamente su visión pastoral y su estilo de liderazgo en la Iglesia universal, consolidándose como una figura que valora la fe, la resiliencia y la diversidad de América Latina.