¡Estados Unidos despliega poderosa flota en el Atlántico y Caribe con maniobras militares explosivas y refuerzos nucleares para enfrentar el narcotráfico!

Imágenes de las operaciones militares del USS Iwo Jima en el Atlántico

La Marina de Estados Unidos difundió las primeras imágenes de las actividades militares a bordo del buque de asalto anfibio USS Iwo Jima (LHD 7). Este navío navega actualmente por el Atlántico con rumbo al Caribe, acompañado por el 22° Cuerpo Expedicionario de Marines, según informó el Pentágono. Las fotografías, tomadas entre el 24 y 25 de agosto, muestran diversas maniobras de entrenamiento y ejercicios de combate.

Entre las imágenes se pueden apreciar vuelos de aviones Harrier, operaciones con helicópteros Seahawk, prácticas con morteros y la carga de misiles antiaéreos. Estas actividades forman parte de una demostración de fuerza y preparación militar en la región, en un contexto de creciente tensión en el Caribe y las costas de Venezuela.

Respuesta de EE. UU. ante la situación en el Caribe

Desde el Pentágono, se explicó que la presencia de estas fuerzas tiene una capacidad de respuesta inmediata, siendo parte de una campaña del gobierno de Donald Trump contra el narcotráfico en la zona. La estrategia incluye el despliegue de buques y aeronaves para presionar a grupos narcotraficantes y disuadir posibles amenazas a la seguridad regional.

El martes, una fuente anónima del gobierno estadounidense reveló a la Agencia France-Presse que en los próximos días llegarán a la región otros dos buques de guerra: el crucero lanzamisiles USS Erie y un submarino de ataque nuclear, USS Newport News. Ambos navíos tienen como objetivo fortalecer la presencia militar en el Caribe, en un despliegue que busca mostrar la capacidad de respuesta de EE. UU. en la zona.

Contexto político y tensiones diplomáticas

Estos movimientos militares se producen después del despliegue de tres destructores frente a las costas venezolanas la semana pasada, en el marco de las acciones estadounidenses contra el régimen de Nicolás Maduro. La administración Trump ha incrementado las recompensas por información que conduzca a la captura del mandatario venezolano, elevándola a 50 millones de dólares, acusándolo de vínculos con el narcotráfico.

Ante esto, Maduro respondió movilizando a 4,5 millones de efectivos de la Milicia Bolivariana, un cuerpo compuesto por civiles que apoya a las fuerzas armadas. El mandatario venezolano calificó las acciones de EE. UU. como amenazas ilegales, y advirtió que las mismas representan una agresión que debe ser enfrentada con determinación.

Posible intervención y postura internacional

El despliegue de buques de guerra frente a Venezuela ha alimentado rumores sobre una posible intervención militar para derrocar a Maduro. Mientras tanto, el gobierno venezolano ha reforzado su postura, asegurando que se trata de una lucha desigual y que cuenta con el respaldo popular. Maduro afirmó en un acto con diputados chavistas que las amenazas de Estados Unidos son «inmorales, criminales e ilegales».

Desde Washington, el gobierno de Trump sostiene que la presencia militar busca principalmente luchar contra el narcotráfico y evitar que las drogas lleguen a Estados Unidos. La Casa Blanca también habría considerado desplegar hasta 4,000 marines en la región, como parte de una estrategia para presionar al régimen venezolano.

Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, expresó: «Trump está preparado para utilizar todos los medios del poder estadounidense para impedir que las drogas inunden nuestro país y para llevar a los responsables ante la justicia». Por su parte, Maduro continúa defendiendo su gestión y acusa a EE. UU. de intentar un cambio de régimen en Venezuela, en un contexto de alta tensión diplomática que persiste desde hace más de dos décadas.