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Eva Copa y Mariana Prado, las candidatas femeninas a la presidencia de Bolivia

Escrito por radioondapopular
julio 26, 2025
Eva Copa y Mariana Prado, las candidatas femeninas a la presidencia de Bolivia

Las candidatas femeninas en las elecciones presidenciales de Bolivia: un paso hacia la participación femenina en la política

Solo dos mujeres compiten en las próximas elecciones presidenciales de Bolivia, en un escenario donde los referentes femeninos aún representan una minoría en los frentes políticos. Eva Copa, actual alcaldesa de El Alto y exsenadora, busca la presidencia con su propio partido, Movimiento de Renovación Nacional (Morena), mientras que Mariana Prado, exministra y actual candidata a la vicepresidencia, acompaña a Andrónico Rodríguez en la coalición Alianza Popular.

De los nueve frentes que participan en los comicios, únicamente Copa y Prado han incluido a mujeres en sus fórmulas presidenciales, marcando un avance en la presencia femenina en la política boliviana. Ambas candidatas provienen del Movimiento Al Socialismo (MAS), aunque con trayectorias y orígenes que reflejan la diversidad social y académica del país. Sin embargo, sus propuestas presentan similitudes: ambas buscan consolidar los logros sociales del MAS, ajustando la política económica para mantener al Estado como actor principal en la economía.

Eva Copa, nacida en 1987 en una familia humilde en El Alto, inició su carrera política en la Universidad Pública de El Alto (UPEA), donde se graduó como trabajadora social y participó activamente en el centro de estudiantes. En 2014, ingresó en las listas del MAS para el Legislativo y fue elegida senadora. Su gestión cobró relevancia en 2019, tras la crisis política que llevó a la renuncia de Evo Morales. En ese contexto, Copa, con apenas 32 años, fue elegida presidenta del Senado, desempeñándose como una figura clave en la estabilidad del país en uno de sus momentos más delicados.

Su liderazgo durante el proceso electoral interino y su postura valiente en un momento de alta tensión le valieron un reconocimiento nacional, aunque también enfrentó críticas internas por su apoyo a la ley de convocatoria a elecciones durante el mandato de Jeanine Añez. En 2021, Morales la apartó del MAS y le negó la candidatura a la alcaldía de El Alto, un revés que ella sorteó postulándose con otro partido y logrando una victoria contundente. En 2022, fue reconocida por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, y su imagen reivindicando sus raíces indígenas y las clases populares bolivianas generó mayor respaldo.

A pesar de su capital simbólico, su gestión en la alcaldía ha enfrentado dificultades, y su campaña electoral actualmente se limita a algunas entrevistas televisivas, con un apoyo electoral que apenas supera el 2%. La estrategia del partido Morena parece estar en veremos, con listas de candidaturas aún abiertas y la posibilidad de realizar cambios de última hora en caso de inhabilitaciones.

Por su parte, Mariana Prado, de 43 años, es una figura con experiencia en la gestión pública y sólida formación académica. Abogada y administradora de empresas, con especialización en gestión pública, su perfil se destaca por su dedicación al Estado. Conoció a Evo Morales en Francia, donde asistió a una charla y luego mantuvo una relación cercana con el expresidente. Retornó a Bolivia en 2006 y ocupó diversos cargos en la administración pública, incluyendo la vicepresidencia del Banco Internacional de Fomento para América Latina (Fonplata) y la dirección de ministerios.

En 2018, fue nombrada ministra de Planificación del Desarrollo, cargo desde el cual destacó por su experiencia y perfil técnico. Tras la caída del gobierno en 2019, Prado mantuvo un perfil discreto, pero en 2023 fue contactada por la campaña de Rodríguez para ser su candidata a la vicepresidencia. Aceptó bajo condiciones claras: alinearse con un partido que respete sus principios y no hacer nada contra Evo Morales.

Desde su incorporación al escenario electoral, Prado ha enfrentado campañas de desprestigio, incluyendo acusaciones relacionadas con su participación en un caso judicial de feminicidio en 2018, acusaciones que ella niega y considera una estrategia de sus oponentes. Sin embargo, su perfil académico y experiencia en gestión pública le brindan respaldo, y su relación con los círculos políticos tradicionales la ubican como una figura de peso en la contienda.

A menos de tres semanas de los comicios, las candidaturas femeninas en Bolivia todavía enfrentan obstáculos y desafíos en un panorama dominado por figuras masculinas. La presencia de Copa y Prado representa un avance importante en la representación de las mujeres en la política boliviana, aunque aún queda mucho por avanzar en igualdad y participación efectiva en los cargos de poder.

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