Ex canciller Rodríguez Mackay advierte que negar el salvoconducto a Betssy Chávez dañaría la imagen internacional del Perú

Exministro de Relaciones Exteriores advierte sobre las consecuencias diplomáticas del caso Betssy Chávez

En el programa conducido por Juliana Oxenford, Arde Troya, el exministro y especialista en relaciones internacionales Miguel Rodríguez Mackay alertó sobre las posibles repercusiones diplomáticas que enfrentaría el Perú si decide negarle el salvoconducto a la ex primera ministra Betssy Chávez, quien actualmente se encuentra asilada en la Embajada de México.

Rodríguez Mackay advirtió que, en ese escenario, la comunidad internacional podría acusar al Perú de incumplir tanto la Convención de Caracas como su propia Constitución. Esto, según explicó, deterioraría aún más la imagen del país en el escenario global, la cual ya presenta un estado de considerable desgaste.

Comparación con el caso de Nadine Heredia en Brasil

El exministro hizo una comparación con el caso de Nadine Heredia, quien recibió un salvoconducto en Brasil sin que ello derivara en un rompimiento de relaciones diplomáticas. Sin embargo, aclaró que, a diferencia de aquella situación, el actual quiebre entre Perú y México profundiza la pérdida de credibilidad del país en el ámbito internacional.

Relevancia del salvoconducto y obligaciones del Estado

Rodríguez Mackay explicó que el asilo concedido por la Embajada de México a Betssy Chávez implica la entrega posterior de un salvoconducto. «Es obligación del Estado peruano emitir este documento para que la persona asilada pueda abandonar el territorio nacional. Esto está establecido en el tratado internacional y también en la Constitución«, señaló.

Asimismo, recordó que Perú debe cumplir con las reglas del convenio internacional suscrito en relación con el asilo y la protección diplomática.

Situación actual de las relaciones diplomáticas

El exministro detalló que, tras el rompimiento de relaciones diplomáticas entre Perú y México, actualmente solo existen vínculos de carácter consular, ya que la relación política o diplomática se ha interrumpido por completo. Explicó que, en la práctica, ya no hay una interacción de alto nivel entre ambos países, lo que afecta la cooperación y los canales diplomáticos tradicionales.

El papel de la encargada de la embajada y las restricciones mexicanas

Rodríguez Mackay consideró que, tras el quiebre diplomático, la presencia jurídica y política de la encargada de la Embajada de México, Karla Ornelas, ya no tiene sentido. Por ello, no resulta sorprendente que se haya dispuesto un plazo para que abandone el país.

El internacionalista también criticó las restricciones impuestas por el Gobierno de México para el ingreso de peruanos, como la exigencia de contar con una bolsa de viaje de 17,000 soles, calificándolo como un «abuso».

«En cambio, nosotros dejamos entrar a los mexicanos sin mayores requisitos, como si fueran en su propia casa. Esto fue lo que hizo el canciller Javier González-Olaechea, lo cual es una vergüenza y atenta contra nuestra dignidad», afirmó Rodríguez Mackay.

Conclusiones y advertencias

Finalmente, el exministro reiteró que Perú tiene la obligación de respetar tanto la Constitución como los tratados internacionales firmados. No hacerlo podría desencadenar una nueva crisis en la imagen del país ante el mundo.