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Hiroshima y Nagasaki: Ochenta años del devastador legado de los bombardeos nucleares y la historia de los «Hibakusha

Escrito por radioondapopular
agosto 7, 2025
Hiroshima y Nagasaki: Ochenta años del devastador legado de los bombardeos nucleares y la historia de los «Hibakusha

El impacto devastador de Hiroshima y Nagasaki en 1945

Hace ochenta años, el mundo fue testigo de una de las tragedias más devastadoras de la historia moderna: los bombardeos nucleares en Hiroshima y Nagasaki. El 6 y 9 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó bombas atómicas sobre esas ciudades japonesas, causando la muerte instantánea de aproximadamente 70,000 personas en Hiroshima y un número similar en Nagasaki.

La magnitud de la destrucción fue tal que los efectos de la radiación y las heridas posteriores provocaron la muerte de casi 250,000 víctimas en total. La explosión en Hiroshima ocurrió a unos 600 metros de altura, generando una onda de choque y temperaturas extremas que arrasaron todo a su paso. La escena fue apocalíptica, y las heridas, quemaduras y exposición a la radiación dejaron secuelas irreparables en la población.

Las víctimas y su legado: los hibakusha

La brutalidad de estos ataques nucleares dejó una marca indeleble en la memoria colectiva. A quienes sobrevivieron, se les denominó “hibakusha”, que significa «persona bombardeada» en japonés. Este término se convirtió en un símbolo de resistencia y de las cicatrices físicas y emocionales que dejaron los bombardeos.

Desde el momento en que las bombas explotaron, los efectos en la salud fueron devastadores. Además de las muertes inmediatas, muchos supervivientes enfrentaron graves problemas de salud, como leucemia, cáncer de pulmón, hígado, colon, estómago y tiroides. La radiación causó daños irreversibles en sus cuerpos, afectando su médula ósea y debilitando su sistema inmunológico.

## Consecuencias a largo plazo y discriminación

El impacto en la salud mental también fue profundo. La mayoría de los hibakusha padecían trastorno de estrés postraumático, y la creencia de que la radiación podía transmitirse genéticamente llevó a una discriminación social terrible. Estos sobrevivientes enfrentaron rechazo al buscar pareja, empleo e incluso al tener hijos. La estigmatización perpetuó un dolor que trascendió generaciones.

Pero no solo los humanos sufrieron en Hiroshima. A pesar de la radiación y la destrucción total, aproximadamente 170 árboles lograron mantenerse en pie en la ciudad, símbolo de resistencia y esperanza. Uno de estos ejemplares, con raíces en Hiroshima, ahora vive en Buenos Aires, llevando un mensaje de supervivencia y paz.

## La resistencia natural en medio de la catástrofe

El jardín Shukkeien, ubicado en Hiroshima, fue uno de los pocos espacios verdes que resistieron la catástrofe. A menos de dos kilómetros del epicentro de la explosión, este lugar se convirtió en un refugio para quienes huían del caos y buscaban alivio en la naturaleza. Sus lagos y ríos sirvieron como balsamos para quienes escapaban con heridas y quemaduras, en medio de un escenario apocalíptico.

Hoy, ese espacio es un símbolo de memoria y esperanza. La historia del jardín y de sus árboles sobrevivientes recuerda la capacidad de la naturaleza y la humanidad para resistir incluso en las circunstancias más extremas. La memoria de Hiroshima y Nagasaki continúa vigente, sirviendo como un recordatorio de la necesidad de promover la paz y evitar futuras tragedias nucleares.

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