Incendio Megaincendio en el Gran Cañón de Arizona avanza sin control y genera nubes de fuego

El incendio en el Gran Cañón se convierte en megaincendio y continúa su expansión

Un gran incendio forestal avanza en las cercanías del Gran Cañón en Arizona y ha sido catalogado como “megaincendio” por las autoridades especializadas, según informó el Southwest Area Complex Incident Management Team. El Dragon Bravo Fire se originó el 4 de julio tras un rayo en la zona del North Rim. Hasta el 4 de agosto, el fuego había arrasado más de 116.000 acres (unos 47.000 hectáreas) y presentaba solo un 12% de control, según los reportes oficiales de InciWeb.

Este avance lo sitúa entre los diez incendios más extensos en la historia de Arizona, de acuerdo con la emisora KPHO-TV, afiliada a CBS. La Organización Interinstitucional de Incendios Forestales de EE.UU. (US Interagency Fire Center) define a los “megaincendios” como aquellos que queman más de 40.500 hectáreas (100.000 acres). El Dragon Bravo Fire supera ampliamente este umbral, apenas un mes después de su inicio, señala la fuente oficial.

## Condiciones atmosféricas extremas y formación de nubes de fuego

El incendio ha generado condiciones atmosféricas particulares, como la formación continua de nubes pirocúmulos, durante siete días consecutivos, según la Associated Press. La Organización Meteorológica Mundial describe estos cúmulos, conocidos como “flammagenitus” o “nubes de fuego”, como formaciones que surgen por el calor extremo producido por grandes incendios forestales. Estas nubes pueden influir en el clima local, dificultando aún más las labores de extinción.

Más de 1.100 bomberos y personal especializado trabajan actualmente en la contención del Dragon Bravo Fire. La respuesta incluye recursos terrestres y aéreos enfocados en los puntos más críticos, según el boletín del 2 de agosto. Sin embargo, las condiciones climáticas inestables, con cambios bruscos en la humedad y temperaturas, han complicado las tareas de los equipos de emergencia.

## Desafíos y riesgos en la lucha contra el incendio

El fin de semana, las autoridades advirtieron que el clima sigue siendo adverso. Tras un breve incremento en la humedad el viernes 1 de agosto, las condiciones secas volvieron a predominar, y no se esperan precipitaciones hasta mediados de la próxima semana. La persistencia de las altas temperaturas y la escasez de lluvias representa un riesgo constante de reactivación y expansión del incendio.

La formación de nubes pirocúmulos también ha generado efectos adicionales, como ráfagas descendentes que pueden extender el fuego y poner en peligro a los equipos en tierra. La oficial Lisa Jennings explicó que estas formaciones, si alcanzan cierta altitud, pueden provocar ráfagas peligrosas, dificultando aún más la labor de extinción.

Este megaincendio, uno de los mayores en la historia de Arizona, representa un desafío significativo para las autoridades. La vasta extensión y las condiciones meteorológicas adversas hacen que el control sea complicado y que la amenaza para las comunidades cercanas al Gran Cañón persista. La vigilancia continúa, con todos los recursos desplegados para evitar una mayor propagación del fuego.