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Incidentes en Independiente: fallas de seguridad y violencia entre hinchas de la U de Chile en el Libertadores de América

Escrito por radioondapopular
agosto 21, 2025
Incidentes en Independiente: fallas de seguridad y violencia entre hinchas de la U de Chile en el Libertadores de América





Incidentes violentos en el partido entre Independiente y Universidad de Chile

Graves incidentes en el estadio de Independiente y las fallas en la seguridad

El partido entre Independiente y Universidad de Chile en el Estadio Libertadores de América estuvo marcado por una serie de incidentes violentos que conmocionaron a todos los presentes. Durante el encuentro, se registraron enfrentamientos y agresiones que derivaron en una verdadera batalla campal. Sin embargo, detrás de estos hechos violentos, hay cuestionamientos profundos sobre la ineficaz planificación en materia de seguridad.

Las fallas en el operativo de seguridad fueron evidentes desde el comienzo. La falta de barreras en la tribuna Sur, donde se encuentra la barra de la Universidad de Chile, permitió que los violentos pudieran actuar con total impunidad. La ausencia de contención física y la poca presencia policial en puntos clave facilitaron que los hinchas agresores arrojaron proyectiles hacia la bandeja inferior, poniendo en riesgo a los espectadores. Además, no se autorizó la presencia de infantería en un número suficiente ni se implementaron medidas preventivas para evitar que la violencia escalara.

## La lucha interna en la barra brava y su impacto en la seguridad

Una historia que no puede dejar de mencionarse es la interna en la barra de Independiente, que ha sido un factor determinante en los incidentes recientes. La rivalidad entre la barra oficial, liderada por Juan Ignacio Leczniki y Mario Nadalich, y la disidente, comandada por David y Emanuel Escubilla, ha generado tensiones que se reflejan en hechos violentos. La barra oficial, que cuenta con el apoyo de la dirigencia y las autoridades, controla la cabecera Norte, conocida como «Los Dueños de Avellaneda». En contraste, la disidente ocupa la zona Sur baja, donde intenta consolidar su poder.

Este enfrentamiento interno fue clave en los hechos del partido. Cuando la barra visitante empezó a arrojar objetos, la respuesta de la barra oficial fue nula. Los agresores se dirigieron específicamente contra los miembros de la facción disidente y los hinchas comunes en esa zona, lanzando butacas, caños de plástico y pedazos de mampostería. La tensión aumentó cuando la disidente intentó recuperar sus banderas, lo que desató una ofensiva mayor. De acuerdo con testimonios, la agresión fue un intento de los visitantes de robar banderas desde abajo, lo que desató la violencia en el estadio.

## La estrategia de la violencia y las decisiones de los líderes de la barra

El momento crítico llegó cuando la barra disidente decidió salir en busca de los hinchas chilenos. La Policía, alertada, desplegó la Guardia de Infantería para impedirles avanzar. Sin embargo, en ese instante, comenzaron a cantar contra la barra oficial, acusándolos de no protegerlos y de actuar solo por interés económico. Algunos sectores del estadio se unieron a estas protestas, coreando consignas como «No tenés vergüenza» y «Por la plata no se alienta».

Tras estos incidentes, se realizó una reunión entre los líderes de la barra oficial. Estos, que dependen del apoyo del club, buscaron mantener la calma para no generar mayores problemas y seguir recibiendo beneficios. Sin embargo, la tensión aumentó cuando, tras una llamada telefónica, descubrieron que algunos de sus propios miembros en la Sur baja habían sufrido traumatismos por objetos arrojados desde arriba. La decisión fue entonces tomar medidas más agresivas.

En respuesta, se planificó un operativo para atacar a los hinchas visitantes. Un grupo de aproximadamente 60 subalternos, conocidos como «piernas», se movilizó para saltar hacia la zona de las piletas olímpicas y, desde allí, infiltrarse en el interior del club por el anillo interno, con el objetivo de confrontar a los foráneos. La operación comenzó justo al finalizar el primer tiempo, marcando el inicio de un enfrentamiento que, lamentablemente, se convirtió en una escena de violencia extrema, dejando a varios hinchas chilenos hospitalizados y enfrentando pronósticos reservados.

Este episodio evidencia no solo la falta de control en uno de los estadios más peligrosos del país, sino también las consecuencias de una lucha interna en las barras que termina poniendo en riesgo la seguridad de todos los asistentes. La tragedia de Avellaneda, que dejó cuatro hinchas chilenos heridos, continúa siendo un recordatorio de la necesidad urgente de mejorar los sistemas de seguridad en los eventos deportivos en Argentina y en toda la región.


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