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Innovación en energía limpia: mina de oro en Idaho impulsará microreactores nucleares portátiles

Escrito por radioondapopular
agosto 7, 2025
Innovación en energía limpia: mina de oro en Idaho impulsará microreactores nucleares portátiles

La mina Golden Chest en Idaho se convierte en campo de prueba para la energía nuclear miniaturizada

La histórica mina Golden Chest, ubicada en el norte de Idaho, podría parecer un escenario poco convencional para la innovación en energías limpias. Es la última mina de oro de roca dura en Idaho, donde maquinaria pesada trabaja a gran profundidad en un entorno que evoca épocas pasadas. Sin embargo, su propietario, la empresa Idaho Strategic Resources, tiene planes ambiciosos para transformar este espacio en un ejemplo de tecnología de vanguardia: la energía nuclear en miniatura.

Un proyecto que podría revolucionar la generación de energía

La iniciativa consiste en equipar las operaciones mineras con un reactor nuclear lo suficientemente compacto como para caber en un contenedor móvil, que pueda ser transportado por camión. La finalidad es usar esta tecnología para alimentar maquinaria minera y otras instalaciones remotas. Este concepto posiciona a Idaho Strategic Resources en la línea del frente del desarrollo de los llamados microrreactores, pequeños generadores que, según los promotores, podrían ampliar el uso de la energía nuclear a nivel doméstico y empresarial.

Varias empresas compiten en el mercado por diseñar estos reactores diminutos, que difieren radicalmente de los enormes proyectos energéticos tradicionales, con sus torres de refrigeración y estructuras de contención masivas. Los microrreactores generalmente producen alrededor de un megavatio de energía, lo que equivale a aproximadamente una milésima parte de la capacidad de una central nuclear convencional. Son capaces de abastecer a unas 1.000 viviendas, una planta industrial o incluso una isla aislada, como la propiedad de un multimillonario, en algunos casos.

Características y desafíos de los microrreactores

Estos reactores no suelen requerir agua para enfriarse, en lugar de ello emplean gases como el helio, sales fundidas o tuberías de metal refrigeradas por aire para disipar el calor generado. Como combustible, utilizan un innovador tipo de pastilla de uranio que, según el Departamento de Energía de EE.UU., es “a prueba de fusión”, lo que los hace atractivos para zonas alejadas donde la energía limpia y económica es escasa. Sin embargo, algunos expertos advierten sobre los riesgos y limitaciones de esta tecnología.

Especialistas en seguridad nuclear señalan que, pese a las afirmaciones optimistas de la industria y el gobierno, un fallo técnico o una explosión en estos pequeños reactores podría causar una fuga radiactiva. Además, la problemática de la gestión de residuos radiactivos sigue sin resolverse de manera definitiva en Estados Unidos, un asunto que aún genera preocupación en la comunidad científica.

El debate y el futuro de los microrreactores

El director de seguridad nuclear de la Unión de Científicos Preocupados, Ed Lyman, criticó duramente la idea de distribuir estos reactores en zonas pobladas sin planes claros de emergencia. “Es una locura”, afirmó, resaltando la falta de respaldo científico para esa propuesta. Sin embargo, el Departamento de Energía ha continuado promoviendo esta tecnología, tanto en administraciones republicanas como demócratas, considerándola una alternativa viable para una energía limpia a demanda.

Actualmente, en Idaho, se llevan a cabo pruebas de diversos diseños en un laboratorio reforzado, con la esperanza de que algunos de estos modelos sean comercialmente viables. Si todo marcha según lo previsto, el primer microrreactor podría estar en funcionamiento en 2028, con una adopción más amplia prevista para principios de la década de 2030.

“Estamos estudiando cómo podría ser la mina del futuro”, afirmó Travis Swallow, de Idaho Strategic Resources. “Creemos que la energía nuclear jugará un papel clave”. La idea es que los microrreactores lleguen a lugares como minas, fábricas y centros de datos, formando parte de una infraestructura moderna y eficiente. La planta que planean instalar en la mina ocupa apenas dos acres, en un espacio reducido que contrasta con los grandes complejos tradicionales.

Percepciones y expectativas

Para muchos, la palabra “nuclear” evoca recuerdos negativos, como Chernóbil. Jon Conrad, de Tata Chemicals, explica que la percepción sobre estos pequeños reactores aún es limitada. “Nos consultan sobre el tamaño y si tendrán esas enormes torres de enfriamiento. Pero en realidad, no se parecen en nada a los reactores tradicionales”, asegura.

La tecnología de los microrreactores promete una revolución en la generación de energía, especialmente en zonas remotas o industrializadas que buscan alternativas más limpias y económicas. Sin embargo, todavía queda mucho por evaluar en cuanto a seguridad, gestión de residuos y regulación antes de que puedan desplegarse a gran escala en Estados Unidos y en el mundo.

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