Inundaciones récord en la Pampa Argentina: ¡5 millones de hectáreas bajo agua por el cambio climático!

Inundaciones en la Pampa Argentina: un panorama catastrófico

Desde hace meses, millones de hectáreas en la región de la Pampa argentina enfrentan una grave crisis por las intensas lluvias que han inundado vastas áreas. La tierra, que normalmente se dedica a la agricultura y la ganadería, ahora está cubierta de agua, convirtiendo caminos rurales en canales y dificultando el acceso a las propiedades. En estas zonas, vacas buscan pasto entre el lodo, mientras las cosechas se pierden por completo.

Este escenario se ve agravado por la combinación de precipitaciones excesivas, atribuibles en parte al cambio climático, y la falta de mantenimiento en las infraestructuras rurales. La paralización de obras de reparación y construcción de canales y caminos ha contribuido a que las inundaciones sean más severas y prolongadas. Según la Confederación de Asociaciones Rurales, aproximadamente cinco millones de hectáreas —una superficie mayor que Dinamarca— están actualmente cubiertas de agua o resultan inaccesibles debido a los daños en los caminos.

Impacto del cambio climático y situación en 9 de Julio

El distrito de 9 de Julio, uno de los 28 afectados en emergencia por el gobierno de Buenos Aires, lleva meses enfrentando inundaciones persistentes que no remiten desde marzo. La situación ha sido calificada como “catastrófica” y genera preocupaciones no solo por los daños inmediatos, sino también por las consecuencias económicas regionales. Hugo Enríquez, productor y presidente de la Sociedad Rural local, advirtió que el problema afectará a transportistas, contratistas, productores, acopiadores y vendedores de insumos agrícolas.

Hasta la fecha, las precipitaciones en 2025 superaron los 1.600 milímetros, casi el doble del promedio anual habitual. La región sufrió en 2023 una de las peores sequías en décadas, con pérdidas estimadas en unos 20.000 millones de dólares. El ministro de Desarrollo Agrario provincial, Javier Rodríguez, aseguró que el cambio climático está vinculado a la recurrencia de eventos climáticos extremos, una tendencia que preocupa a expertos y autoridades por igual. La intendenta de 9 de Julio, María José Gentile, afirmó que negar esta realidad sería desconocer los hechos.

Problemas en las obras y soluciones propuestas

Los caminos rurales de 9 de Julio están plagados de agua estancada, con nubes de mosquitos y ranas que proliferan en los caminos que, en muchos casos, fueron construidos a menor altitud que los campos, transformándose en canales que bloquean el paso a los productores. La solución, según los actores del sector, pasa por realizar obras de infraestructura: reacondicionar caminos, controlar la construcción de canales clandestinos y avanzar en proyectos de desagüe pendientes, como el dragado del Río Salado, la única vía de salida de agua en la región.

El ministro Rodríguez afirmó que el gobierno provincial ha avanzado en estos trabajos, pero advirtió que, desde la asunción del gobierno de Javier Milei, el tramo que corresponde a la Nación quedó paralizado. Si no se hubiera frenado esa obra en 2023, el drenaje sería mucho más eficiente y aliviaría en gran medida las inundaciones. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció recursos para abrir caminos y facilitar el acceso a las familias aisladas, además de señalar que corresponde a la provincia realizar el dragado.

El sector agroindustrial, que en 2024 representó el 58% de las exportaciones argentinas, se ve gravemente afectado. Argentina, uno de los principales productores mundiales de alimentos, enfrenta así una crisis que combina los efectos del cambio climático con problemas estructurales en infraestructura rural.