Israel enfrenta crisis humanitaria en Gaza: ¿Qué opciones tiene ante la negación de Hamás y el riesgo de agravamiento?

La urgente necesidad de ayuda humanitaria en Gaza y las opciones diplomáticas de Israel

El gobierno israelí enfrenta una prioridad ineludible: enviar alimentos, medicinas y ayuda humanitaria a Gaza en cantidades suficientes y de manera rápida. La comunidad internacional observa con atención, ya que la percepción global de que Israel está causando hambre deliberadamente a los civiles, especialmente a los niños, perjudica su imagen y afecta su legitimidad en el escenario internacional. Además, esta narrativa favorece a Hamas, que ha sabido capitalizar la crisis para fortalecer su propaganda, aunque la responsabilidad de la situación recae en el propio grupo terrorista.

Opciones diplomáticas y sus desafíos actuales

Hasta hace unas semanas, parecía posible un alto el fuego negociado. Sin embargo, la postura de Hamas se endureció tras reiteradas negativas a desarmarse, exigiendo la creación de un Estado palestino como condición previa. La publicación de videos que muestran a rehenes visiblemente hambrientos y en estado crítico ha generado indignación en Israel, pero no ha logrado mayor repercusión internacional. Según declaraciones del enviado estadounidense Steve Witkoff, Hamas no parece estar actuando de buena fe ni coordinado en las negociaciones, lo que dificulta la búsqueda de una solución pacífica.

Por otro lado, las iniciativas diplomáticas, como la declaración de la Liga Árabe que condenó el 7 de octubre y pidió el desarme de Hamas y la liberación de rehenes, aún no han producido resultados concretos. La falta de presión efectiva por parte de países árabes como Qatar, que alberga a líderes de Hamas, mantiene la diplomacia en un callejón sin salida. La comunidad internacional continúa buscando un camino que permita aliviar la crisis sin fortalecer a Hamas ni prolongar el conflicto.

## La opción de una reocupación total de Gaza

Otra estrategia en debate es la reocupación completa de Gaza por parte de Israel. Informes de medios israelíes sugieren que el primer ministro Benjamin Netanyahu está considerando esta opción, a pesar de la fuerte oposición interna, especialmente de sectores militares y políticos de extrema derecha. Algunos interpretan esta medida como una forma de presionar a Hamas para que modifique sus condiciones, aunque implica riesgos elevados.

Reocupar Gaza sería una operación militar de gran escala, con consecuencias potencialmente catastróficas. La presencia de rehenes en manos de Hamas hace que esta opción sea aún más peligrosa, ya que los captores han recibido órdenes de ejecución en caso de avances israelíes. Además, enfrentaría a Israel a una guerra urbana prolongada, con el peligro de una insurgencia de guerrillas que podría desgastar al país en el largo plazo, como ocurrió en Beirut en 1982. La experiencia demuestra que esta vía puede convertirse en un conflicto costoso y difícil de controlar.

## La estrategia del «enfoque de presión» y el futuro de Gaza

Existe una tercera alternativa, que combina presión y moderación. Tras el 7 de octubre, exlíderes como Naftali Bennett propusieron un «enfoque de presión» para evitar que Hamas dicte los términos del conflicto. La propuesta consiste en rodear y aislar el campo de batalla, permitiendo la entrada de ayuda humanitaria —como alimentos y medicinas—, pero bloqueando recursos clave como el combustible para los túneles y los arsenales del grupo terrorista.

Este método implicaría una ocupación israelí indefinida en los perímetros internos de Gaza, incluyendo la frontera con Egipto, y una presión constante para que Hamas libere a los rehenes y acepte el desarme. Como señala el analista Jonathan Schanzer, no debería reanudarse la reconstrucción de Gaza hasta que Hamas cumpla con estas condiciones, responsabilizándose por las destrucciones y el sufrimiento que ha generado.

En definitiva, la situación en Gaza requiere decisiones difíciles y estratégicas. Mientras algunos defienden que Israel debe actuar con mano dura, otros abogan por soluciones que prioricen la ayuda humanitaria y la presión política. Lo que está claro es que ninguna de las opciones será sencilla ni exenta de consecuencias profundas, y la comunidad internacional juega un papel crucial en la búsqueda de una salida duradera a esta crisis.