Jerí y Cueto aspiran a presidir el Congreso: ¿quién lidera?

El Congreso de la República del Perú se alista para elegir el próximo sábado 26 de julio a su nueva Mesa Directiva. Este órgano, que tendrá la responsabilidad de dirigir el último año del actual Parlamento unicameral, también marcará el inicio del proceso de transición hacia un sistema bicameral, tras las elecciones generales de 2025.

Actualmente, dos candidaturas dominan las expectativas. La primera es la de José Jerí, postulante de Somos Perú, respaldado además por bancadas como Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y Perú Libre. En total, estas agrupaciones suman 58 votos, lo que le otorga una ventaja inicial en la carrera. La segunda opción es la lista liderada por José Cueto, de Honor y Democracia, que ha logrado sumar 29 votos, con apoyos de bancadas como Honor y Democracia, Renovación Popular y Podemos Perú.

El éxito de cada candidatura dependerá en gran medida de convencer a las bancadas indecisas. Acción Popular, con nueve votos, y Avanza País, con seis, reúnen en conjunto 15 votos que podrían inclinar la balanza. La capacidad de las listas para sumar apoyos en sectores de izquierda y bloques no agrupados también será crucial.

Hasta ahora, la fuerza de la candidatura de Jerí le da cierta ventaja, aunque la elección en primera vuelta requiere una mayoría simple de 66 votos, por lo que la incertidumbre se mantiene. Además, algunos sectores de izquierda no descartan presentar una tercera lista, lo que podría complicar aún más el proceso y derivar en una segunda vuelta.

El congresista Carlos Zeballos, del Bloque Democrático Popular, señaló que evaluará liderar una candidatura alternativa si no se logra un consenso antes del 24 de julio. Con una posible base de apoyo de entre 25 y 36 votos, busca representar a disidentes y sectores independientes que no se sienten reflejados en las fórmulas principales.

Las bancadas mantienen reserva sobre sus decisiones finales, y las negociaciones continúan en marcha. La elección definitiva determinará no solo quién liderará el Congreso en el último año de su mandato, sino también el tono político con el que se afrontará la transición hacia un sistema bicameral, en un contexto marcado por investigaciones judiciales y demandas de mayor transparencia en el gobierno.