Joven casi muere por error médico: Diagnóstico equivocado y sepsis mortal en Inglaterra

Joven de 26 años casi pierde la vida por un diagnóstico erróneo que ocultó una sepsis

El 23 de octubre de 2025, a las 15:26 horas, se dio a conocer una historia que alerta sobre la importancia de escuchar las propias señales corporales y la necesidad de una evaluación médica adecuada.

Una consulta que pudo ser fatal

Skye Owen, una instructora de actividades al aire libre de 26 años, enfrentó una situación que pudo haber terminado en tragedia. Tras experimentar un intenso dolor en la espalda, fue inicialmente diagnosticada con ciática, un mal común que suele tratarse de manera conservadora. Sin embargo, lo que parecía una molestia pasajera resultó ser una infección bacteriana grave llamada sepsis, que puso en riesgo su vida.

El incidente ocurrió en septiembre de 2024 en Cornwall, Inglaterra. Después de un fin de semana de senderismo, surf y escalada, Skye comenzó a sentir dolor en la cadera. Pensando que se trataba de una lesión menor, no le prestó mucha atención, pero el dolor progresó hasta extenderse a su espalda baja y volverse insoportable.

Fracaso en la atención inicial y la importancia de la persistencia

Sus padres, preocupados, la llevaron al hospital, donde los médicos le diagnosticaron ciática y la enviaron a casa. La respuesta fue la misma cuando sus padres contactaron al Servicio Nacional de Salud (NHS 111). Sin embargo, la situación empeoró, y la fiebre que desarrolló llevó a su familia a buscar una segunda opinión en el Royal Cornwall Hospital.

Tras realizar una resonancia magnética, los especialistas detectaron que Skye sufría de artritis séptica en la articulación sacroilíaca y la cadera, una infección que se había convertido en sepsis, una condición potencialmente mortal si no se trataba a tiempo.

Tratamiento y recuperación

La joven fue sometida a una cirugía para eliminar la infección y recibió un intenso tratamiento con antibióticos. En sus propias palabras, confiesa que, en medio del dolor, pensó que sería más fácil morir. Afortunadamente, tras un mes en el hospital, logró recuperarse y fue dada de alta, comenzando un proceso de rehabilitación para volver a caminar.

Su experiencia subraya la importancia de confiar en el propio cuerpo y no subestimar síntomas persistentes o severos. En sus palabras: “No tengas miedo de defenderte, podría ser cuestión de vida o muerte. Conoces tu cuerpo mejor que nadie y no eres demasiado joven para que algo así te pase”.

Reflexión y consejo

Este caso resalta la necesidad de una atención médica adecuada y la importancia de buscar una segunda opinión si los síntomas no mejoran. La historia de Skye es un recordatorio de que las infecciones graves pueden confundirse con afecciones menores y que la persistencia puede salvar vidas.

Para más información sobre salud y prevención, visita Todo sobre Salud.