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La emigración de jóvenes en Seúl crece pese a su auge tecnológico y cultural, alimentando el fenómeno de «Hell Joseon

Escrito por radioondapopular
agosto 19, 2025
La emigración de jóvenes en Seúl crece pese a su auge tecnológico y cultural, alimentando el fenómeno de «Hell Joseon

La migración de jóvenes de Seúl y la creación de «Don’t Worry Village»

En 2018, Kim Ji-ung residía en Seúl, la vibrante capital de Corea del Sur. Sin embargo, a sus 30 años, se sentía solo y desconectado. Como vendedor, pasaba la mayor parte del día en su trabajo o en su apartamento, sin encontrar un propósito o compañía que le brindara apoyo emocional.

“Durante mi trayecto matutino al trabajo, pensaba en la muerte”, confesó Kim a Al Jazeera. “Lo más difícil era que no tenía con quién hablar. Después de la jornada laboral, solo me dedicaba a ver televisión o jugar videojuegos”, agregó.

Su dificultad para establecer relaciones en el entorno laboral lo hacía sentir cada vez más desesperado y aislado. La situación empeoró cuando un amigo cercano colapsó en el trabajo y falleció. Ese evento lo llevó a cuestionarse: “¿Seré el próximo?”.

## La decisión de abandonar Seúl y buscar un nuevo comienzo

Este momento de crisis llevó a Kim a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: abandonar Seúl, una ciudad con aproximadamente 9.6 millones de habitantes, que parecía ofrecer las mejores oportunidades laborales y salariales. Sin embargo, la tendencia demográfica en la capital indica una disminución constante de su población.

Desde su pico de 10.97 millones en 1992, la población de Seúl ha ido en declive, especialmente en el grupo de jóvenes de 19 a 39 años, que ha pasado de 3.18 millones en 2016 a 2.86 millones en 2023. Aunque la ciudad sigue atrayendo talento con sus empleos en grandes corporaciones internacionales, estadísticas recientes muestran que más jóvenes están dejando la ciudad que llegando a ella en la última década.

Seúl: entre prosperidad y desilusión juvenil

A pesar de su estatus como centro tecnológico, cultural y económico, Seúl enfrenta el rechazo de muchos de sus jóvenes. La ciudad alberga gigantes como LG, Hyundai y SK Group, además de ser sede de eventos internacionales como Frieze Seoul en el distrito de Gangnam. La industria de la belleza, la cultura pop y la gastronomía coreana gozan de reconocimiento mundial.

El encanto internacional de la capital se refleja en barrios como Hongdae y Seongsu, famosos por sus bares, restaurantes y clubes que atraen a turistas extranjeros todos los días. Sin embargo, la realidad para muchos jóvenes es diferente. La burbuja inmobiliaria ha convertido la vivienda en un lujo inaccesible y la cultura laboral, marcada por largas horas y bajos salarios, ha llevado a denominar a Seúl como “Hell Joseon” (“El infierno de Joseon”).

Yoo Hye-jeong, del Instituto de Población de la Península Coreana, explica que los altos costos en vivienda y educación dificultan la estabilidad familiar. “Nuestro sistema laboral obliga a trabajar muchas horas, limita las oportunidades para las mujeres que desean tener hijos y complica la solicitud de permisos de paternidad”, señala.

## La creación de «Don’t Worry Village» como refugio para jóvenes

La oportunidad de Kim surgió por casualidad cuando encontró un anuncio en línea sobre un programa en «Don’t Worry Village», ubicado en Mokpo, en el suroeste del país. Con una población de 210,000 habitantes y muchas edificaciones abandonadas, esta comunidad nació de la iniciativa de Hong Dong-joo, un ex residente de Seúl.

Hong, de 38 años, estudió en el exclusivo barrio de Daechi-dong en Seúl y aspiraba a un futuro en una universidad prestigiosa y en una gran corporación. Sin embargo, a los 20 años decidió abandonar esa trayectoria tras darse cuenta de que no quería pasar largas horas en una oficina. Inspirado por su propia experiencia y por las historias de otros jóvenes, fundó Don’t Worry Village con la intención de crear un espacio que fomentara un sentido de comunidad y apoyo mutuo.

“Nuestro objetivo era construir un pueblo que funcionara como una comunidad, algo que muchas personas en nuestro país carecen”, explica Hong. “En cierto modo, buscaba ofrecer protección a aquellos que necesitaban un espacio donde sentirse seguros y acompañados”, añade.

Hong Dong-joo fundó Don’t Worry Village con la esperanza de crear una comunidad juvenil que escapara del status quo implacable de Seúl

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