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La humanidad ha producido 9.200 millones de toneladas de plásticos desde el siglo XX; más de 7.000 millones terminan como residuos y los micro y nanoplásticos hoy infiltrados en nuestro cuerpo y ecosistemas

Escrito por radioondapopular
agosto 20, 2025
La humanidad ha producido 9.200 millones de toneladas de plásticos desde el siglo XX; más de 7.000 millones terminan como residuos y los micro y nanoplásticos hoy infiltrados en nuestro cuerpo y ecosistemas

Más allá del plástico: los micro y nanoplásticos invaden nuestro entorno y salud

Desde mediados del siglo XX, la humanidad ha producido aproximadamente 9.200 millones de toneladas de plásticos. De esta cantidad, cerca de 7.000 millones de toneladas han llegado a convertirse en residuos, muchos de los cuales permanecen en el medio ambiente durante décadas. Este volumen enorme de desechos genera una proliferación de fragmentos diminutos que, aunque invisibles a simple vista, tienen un impacto cada vez mayor en ecosistemas y en la salud humana.

Microplásticos y nanoplásticos: una amenaza invisible en nuestro día a día

Estos pequeños fragmentos, conocidos como microplásticos y nanoplásticos (abreviados en inglés como NMPs), son partículas tan diminutas que no se perciben sin ayuda de instrumentos especializados. Sin embargo, su presencia en el aire, en los alimentos y en el agua potable ha aumentado de manera alarmante. La infiltración a los ecosistemas y, posteriormente, en el cuerpo humano, ha generado preocupación entre científicos y organizaciones de salud, debido a los posibles riesgos asociados a su consumo y exposición.

Las partículas de micro y nanoplásticos viajan por el aire y pueden ser inhaladas, además de ingresar en la cadena alimentaria a través del agua y los alimentos contaminados. Estudios recientes alertan que estos fragmentos se acumulan en órganos internos, lo que podría tener efectos nocivos a largo plazo, como inflamaciones, alteraciones hormonales y problemas en el sistema inmunológico.

Innovaciones para reducir la presencia de microplásticos en el agua potable

Un grupo de investigadores de la Universidad Médica de Guangzhou y la Universidad de Jinan en China desarrolló una solución sencilla y accesible para disminuir la cantidad de micro y nanoplásticos en el agua del grifo. Los científicos publicaron sus hallazgos en la revista Environmental Science & Technology Letters.

Su propuesta consiste en hervir el agua y filtrarla posteriormente, un método que, según sus experimentos, puede eliminar hasta un 90% de los microplásticos presentes en el agua potable. La eficacia de esta técnica varía dependiendo del tipo de agua, específicamente si es blanda o dura, y del contenido mineral del agua, lo que influye en la formación de residuos durante el proceso de calentamiento.

Cómo funciona el método y sus implicaciones

Para entender el proceso, los científicos añadieron micro y nanoplásticos al agua y luego la sometieron a ebullición. En el caso del agua dura, que contiene altos niveles de carbonato de calcio, la formación de sarro o «sarro» durante el calentamiento atrapó gran parte de los fragmentos plásticos. Esta «costra» facilitó después su filtración con un colador convencional, logrando eliminar la mayor parte de los contaminantes.

Los resultados indicaron que, con una concentración de 80 mg/l de carbonato de calcio, se eliminó aproximadamente un 34% de microplásticos; con 180 mg/l, la eliminación alcanzó un 84%; y con 300 mg/l, el porcentaje subió hasta el 90%. Incluso en agua blanda, con menor contenido mineral, el método logró reducir cerca de una cuarta parte de los microplásticos.

Este hallazgo abre una vía sencilla para reducir la exposición a estos contaminantes en el hogar, especialmente en regiones donde los sistemas de tratamiento de agua son limitados. La clave está en hervir el agua y filtrar, una práctica accesible que puede tener un impacto significativo en la salud pública, dado que los riesgos asociados a los micro y nanoplásticos están aún en estudio, pero su presencia en nuestro organismo es innegable.

Implicaciones y próximos pasos

Los investigadores enfatizan que los nano y microplásticos que escapan a los sistemas de tratamiento centralizados representan una preocupación global cada vez mayor. La evidencia sugiere que, además de reducir su presencia en el agua, se deben explorar otras estrategias para disminuir su uso y liberación en el medio ambiente.

Mientras tanto, técnicas simples como hervir y filtrar podrían ser una herramienta efectiva y económica para reducir la ingesta de estos contaminantes en la vida cotidiana, minimizando así los posibles riesgos para la salud a largo plazo. La comunidad científica continúa avanzando en el entendimiento de cómo estos fragmentos afectan nuestro organismo y qué medidas pueden implementarse para proteger mejor a la población mundial.

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