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La ilusión del deseo: el salto entre la felicidad y la frustración en la búsqueda de María

Escrito por radioondapopular
agosto 22, 2025
La ilusión del deseo: el salto entre la felicidad y la frustración en la búsqueda de María

La búsqueda constante de validación y sus consecuencias

Una experiencia impactante en un instituto psiquiátrico revela cómo las expectativas y los deseos pueden jugar en nuestra mente. Un joven fue llevado a recorrer los pasillos del centro, acompañado por un director que le mostraba diferentes salas. En cada una, encontraba personas que, en su desesperación, gritaban por alguien llamado María. Uno de ellos, con chaleco de fuerza, clamaba su amor sin respuesta, mientras que otro, igualmente atado, repetía el mismo nombre, pero con una diferencia: María sí le prestaba atención a ese último.

Reflexión sobre los anhelos y las ilusiones

Este relato, con un toque de humor negro, invita a pensar en cómo la vida nos enfrenta a dos problemas fundamentales: no lograr lo que queremos y, paradójicamente, obtenerlo. La moraleja apunta a que muchas veces creemos que alcanzar ciertos deseos nos hará sentir plenos, cuando en realidad esa idea puede ser una ilusión. La búsqueda de la felicidad mediante la adquisición de algo externo suele ser una ilusión, un espejismo que nos mantiene en constante sed y frustración. La idea de que, una vez logrados nuestros objetivos, finalmente estaremos bien, puede ser una trampa que nos aleja del presente y de la verdadera satisfacción.

El efecto de las expectativas y la proyección

La historia de María también muestra cómo proyectamos en otros una esperanza de salvación, creyendo que su amor o reconocimiento nos sacará del vacío. Jim Carrey, reconocido actor, ejemplificó esto en una entrega de premios cuando afirmó, con su característico humor, que sueña con ganar más Globos de Oro. Con una sonrisa que refleja tanto su genialidad como su tristeza, confesó que su deseo más profundo es conseguir uno más, porque así, en su mente, sería suficiente. Sin embargo, esa búsqueda constante de reconocimiento revela un vacío interno que nunca se llena, sin importar lo que logremos.

El verdadero desafío: aceptar lo que somos

¿Qué queda de uno cuando no hay más metas por alcanzar? ¿No será que toda esa carrera por el éxito, la riqueza o la fama no es más que una manera de evitar el silencio interior? Los deseos que nacen del vacío nunca se sacian; se disfrazan de esperanza futura, pero en realidad representan asuntos pendientes del pasado. Muchas veces, lo que realmente necesitamos no son logros externos, sino aprender a estar en paz con lo que ya tenemos.

Es posible que el problema no haya sido tener o perder a María, sino la creencia de que hay algo externo que, al obtenerlo, nos dará paz. La verdadera dificultad está en aceptar que la felicidad no reside en el logro de objetos o personas, sino en la aceptación de uno mismo. La búsqueda insaciable de validación nos aleja de ese estado de paz interior, y quizás, la clave esté en aprender a disfrutar del presente, en lugar de perseguir un futuro que nunca llega.

Reflexión final

¿Qué obsesiones o deseos te están impidiendo vivir plenamente? La respuesta puede estar en entender que la verdadera satisfacción surge desde nuestro interior, no en la acumulación de logros externos. Como señala Juan Tonelli, autor y conferencista, el desafío no es obtener más, sino aprender a estar bien con lo que ya somos y tenemos. Solo así podremos liberarnos de las cadenas de la insatisfacción y encontrar un camino más auténtico y feliz.

Juan Tonelli es speaker y escritor. Este texto forma parte de su libro “Un elefante en el living, historias sobre lo que sentimos y no nos atrevemos a hablar”.

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