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Luis Arce deja Bolivia tras cinco años de crisis económica y desgaste político en medio de escasez de divisas y desconfianza institucional

Escrito por radioondapopular
octubre 18, 2025
Luis Arce deja Bolivia tras cinco años de crisis económica y desgaste político en medio de escasez de divisas y desconfianza institucional





Fin del mandato de Luis Arce en Bolivia y los desafíos que enfrenta el país

El cierre del ciclo de Luis Arce en Bolivia y los retos pendientes

Tras casi cinco años en el poder, Luis Arce abandona la presidencia de Bolivia al cumplir con su mandato constitucional. Su gestión estuvo marcada por tensiones internas en el Movimiento al Socialismo (MAS), una economía afectada por la escasez de divisas y un creciente desgaste político.

Es importante destacar que Arce no busca una reelección ni una extensión de mandato. Su salida no se debe a una derrota electoral, sino al agotamiento de un ciclo que ya no responde a las necesidades del país. La gestión de Arce ha sido vista como un período de estabilidad, pero también de dificultades económicas y políticas que marcarán su legado.

Contexto económico y político en su despedida

La salida de Arce se presenta en un escenario de crisis, con Bolivia enfrentando escasez de divisas, reservas minerales comprometidas y una creciente desconfianza en las instituciones. El presidente afirma marcharse con la frente en alto y sin pendientes legales, aunque en la historia reciente, las transiciones en Bolivia han estado marcadas por conflictos y procesos judiciales.

En comparación con su mentor, Evo Morales, Arce prefirió gobernar con un perfil técnico y sobrio, evitando el protagonismo carismático. Aunque su estilo moderado fortaleció su credibilidad en un principio, también contribuyó a que buena parte de la población sintiera que le faltaba liderazgo visible.

Logros en estabilidad fiscal y programas sociales se contrastan con un país que acumula crecientes compromisos sobre sus reservas minerales. Además, su gestión estuvo marcada por decisiones relacionadas con la explotación del litio, un recurso clave para el futuro económico de Bolivia, cuyo manejo generó controversias y suspicacias, especialmente en los acuerdos con Rusia.

## La fragmentación del MAS y la incertidumbre política

El Movimiento al Socialismo atraviesa su etapa más dividida, con disputas internas entre el ala “evista” y los seguidores de Arce. Esto ha debilitado la cohesión del partido y ha sumido al país en un clima político de incertidumbre. Aunque Arce aseguró que entregará el mando en el plazo establecido, circuló la posibilidad de una prórroga, la cual fue rechazada por considerarla inconstitucional.

El 8 de noviembre, Bolivia tendrá una nueva elección presidencial, en la que las opciones de derecha se enfrentan por primera vez en décadas en una segunda vuelta, simbolizando el fin de una hegemonía política que duró más de 20 años.

Mientras la institucionalidad parece mantener cierta calma, la realidad social es distinta. Bolivia enfrenta problemas como la escasez de combustibles, la devaluación del peso boliviano y una migración de jóvenes que ven en el país pocas oportunidades. La percepción pública, según expertos, es que Arce será recordado por la crisis económica y social que deja.

## La vida cotidiana marcada por la crisis económica

La crisis económica se refleja en el día a día de los bolivianos. La falta de gasolina y diésel afecta la producción agrícola y genera pérdidas económicas en el sector. Además, la escasez de dólares encarece los insumos y medicamentos, impactando directamente en la salud y el bienestar de la población.

En las calles, los temas políticos dejan paso a la preocupación por los precios del pan, el aceite y el gas. La inflación galopante ha provocado que el costo de vida se dispare, y en el mercado paralelo, el dólar puede valer hasta el doble que en las casas de cambio oficiales.

La periodista Tanya Imaña resalta que aproximadamente el 80% de la población vive en la informalidad, enfrentando problemas de alimentación y acceso a servicios básicos. La economía informal y la inseguridad alimentaria son algunos de los mayores desafíos que enfrentan los bolivianos, que esperan que el próximo gobierno pueda aliviar la difícil situación doméstica.


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