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Lula y Trump reactivan diálogo para frenar la guerra comercial y salvar relaciones históricas entre Brasil y EE.UU.

Escrito por radioondapopular
octubre 6, 2025
Lula y Trump reactivan diálogo para frenar la guerra comercial y salvar relaciones históricas entre Brasil y EE.UU.





Brasil y EE.UU. reanudan diálogo para superar la crisis comercial

Brasil y Estados Unidos retoman el diálogo bilateral tras meses de tensión

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo este lunes una llamada telefónica de aproximadamente 30 minutos con su homólogo estadounidense, Donald Trump. En esta conversación, Lula solicitó la revisión y reversión de los aranceles que Estados Unidos impuso a productos brasileños en lo que va del año. La comunicación, divulgada a través de la red social X (antes Twitter), fue presentada por Lula como una oportunidad para restablecer un vínculo directo entre ambos gobiernos y relanzar la cooperación bilateral, afectada por meses de tensiones diplomáticas.

Durante el diálogo, Lula destacó que Brasil es uno de los tres países del G20 con un saldo comercial favorable para Estados Unidos y pidió la eliminación de una sobretasa del 40% aplicada a productos brasileños. Además, solicitó la cancelación de las políticas restrictivas que se han implementado contra varias autoridades del país sudamericano. El mandatario brasileño rememoró que el contacto sirvió para repasar la buena relación que tuvieron en su reciente encuentro en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU, y subrayó la importancia de restaurar los vínculos históricos de amistad entre ambas democracias, que ya cumplen 200 años de relaciones.

Reanudación de negociaciones y futuras reuniones

En la misma conversación, Donald Trump designó al secretario de Estado, Marco Rubio, para liderar las próximas negociaciones con el vicepresidente brasileiro Geraldo Alckmin, el canciller Mauro Vieira y el ministro de Hacienda, Fernando Haddad. Ambos líderes manifestaron su interés en reunirse en persona en un futuro cercano, sugiriendo la Cumbre de la ASEAN en Malasia como escenario posible. Además, Lula extendió una invitación a Trump para asistir a la próxima Cumbre del Clima, COP30, que se realizará en Belém, Brasil, y expresó su disposición a viajar a Estados Unidos para abordar estos temas directamente.

Esta reactivación del diálogo ocurre en un contexto marcado por la persistente tensión comercial generada por la decisión de la Casa Blanca en agosto pasado de aumentar los aranceles a productos brasileños. Desde el 6 de agosto, entraron en vigor gravámenes que incrementaron en cinco veces las tasas previas, llegando al 50% en muchos casos, afectando bienes como el café, la carne y el azúcar. Estos aranceles afectaron alrededor del 36% del comercio bilateral, considerando que Estados Unidos es uno de los principales destinos de exportación de Brasil.

Contexto de la disputa y medidas restrictivas

La medida fue comunicada mediante una orden ejecutiva, en la que la administración Trump justificó el aumento de aranceles alegando una “amenaza inusual y extraordinaria” derivada de la política brasileña. Washington también acusó al gobierno de Lula de mantener una “persecución política” contra el ex presidente Jair Bolsonaro, quien enfrenta procesos judiciales por presunta conspiración para desconocer los resultados de las elecciones de 2022. La Casa Blanca argumentó que los procedimientos en curso carecen de fundamentos sólidos y que, en su opinión, constituyen una forma de persecución política en medio de un clima de polarización interna.

Frente a esta situación, Estados Unidos dejó fuera de los nuevos aranceles una lista de más de 700 productos, que incluyen bienes estratégicos como jugo de naranja, fertilizantes, aviones civiles y sus componentes, metales preciosos y pasta de celulosa. Esto permitió que ciertos sectores exportadores brasileños mantuvieran cierto margen de maniobra para sus operaciones comerciales, aunque la tensión sigue latente.

Antecedentes y proyecciones

El origen del conflicto se remonta al 30 de julio, cuando Trump firmó una orden ejecutiva que aumentó en un 40% los aranceles a productos brasileños, sumándose a un recargo previo del 10% en abril pasado. De esta forma, el total alcanzó un 50%, marcando el nivel más alto de tasas aplicadas por Estados Unidos en décadas contra Brasil. La medida fue justificada por Washington como una respuesta a la “amenaza inusual y extraordinaria” que, según su versión, representa la política del gobierno de Lula.

En respuesta, el gobierno de Lula autorizó a fines de agosto el inicio de consultas oficiales para determinar si es oportuno activar mecanismos de protección comercial o buscar una solución negociada. La reanudación del diálogo y las futuras reuniones muestran una voluntad de ambos países de reducir las tensiones y buscar un acuerdo que beneficie a ambas economías. La expectativa es que estos encuentros puedan allanar el camino para una relación más estable y constructiva en los próximos meses.


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