Martín Vizcarra responde a la noticia de su posible ingreso en prisión preventiva

El juez Jorge Chávez Tamariz, de la Corte Superior Nacional, ordenó la prisión preventiva de cinco meses contra el expresidente Martín Vizcarra, en el marco de una investigación por presunto pago de 2.3 millones de soles en sobornos durante su gestión como gobernador de Moquegua (2011-2014). La decisión se basa en que el exmandatario no cuenta con vínculos laborales ni familiares que justifiquen su arraigo en el país, además de considerar elevado el riesgo de fuga.

Durante la lectura de la resolución, el magistrado resaltó que, aunque Vizcarra se desplazaba por distintas regiones y regresaba a Lima, las conductas observadas no constituían pruebas suficientes de arraigo. La fiscalía argumentó que, en cambio, la conducta del exgobernador indicaba una posible intención de evadir la justicia, motivo por el cual se justificó la medida cautelar.

Chávez Tamariz también cuestionó la solidez del vínculo familiar de Vizcarra, señalando que su esposa y su hijo menor residen en Moquegua, mientras que él mismo vive en la capital, lo que, en su opinión, reduce las posibilidades de que tenga un interés genuino en permanecer en el país. Además, se revisaron documentos que supuestamente respaldan asesorías laborales con el partido Perú Primero y una empresa familiar del exmandatario, pero estos fueron considerados insuficientes y poco detallados por la autoridad judicial. La gestión laboral, además, fue calificada como genérica y sin evidencia concreta de una relación laboral estable.

El magistrado también subrayó que, dado la gravedad de las acusaciones, era imprescindible que Vizcarra permaneciera bajo custodia física durante la fase final del proceso judicial. Tras conocerse la decisión, el exmandatario mostró signos evidentes de tensión, permaneciendo inmóvil y con la mirada fija en el juez, sin expresar reacciones visibles. Su defensa anunció que presentará un recurso de apelación.

Al terminar la audiencia, dos policías se acercaron a Vizcarra, quien respondió con un gesto de espera a las palabras que le dirigieron. Sin ofrecer declaraciones a los medios, el exmandatario fue escoltado fuera del lugar. Se espera que, en los próximos meses, su proceso judicial concluya con una sentencia en el Penal de Barbadillo, en Ate, un centro penitenciario que ha sido utilizado recientemente para alojar a expresidentes debido a sus estrictas medidas de seguridad.