Martín Vizcarra enfrenta su última audiencia antes de conocerse su sentencia en caso Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua

Última comparecencia antes del fallo judicial

Martín Vizcarra acudió a su última audiencia ante el tribunal antes de que se dé a conocer el fallo en el caso Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua. Este proceso, que podría derivar en una condena de hasta quince años de prisión, tendrá su resolución el miércoles 26 de noviembre a las 9:00 horas.

Durante su intervención, el exmandatario defendió su inocencia y volvió a denunciar supuestas irregularidades cometidas por la Fiscalía de la Nación. En sus palabras, Vizcarra afirmó que su imagen pública ha sido afectada por un «impacto mediático» que condiciona la percepción sobre el caso, y aseguró que ha sido sometido a cuestionamientos por medios de comunicación que atribuyen hechos que, según él, no están probados.

El exmandatario expresó: “Periódicamente, he estado sujeto a un cuestionamiento de diversos medios de comunicación que atribuían los supuestos delitos que hablaba el Ministerio Público como hechos reales. […] Yo ya he sido castigado por actos que no respetan los propios principios del Ministerio Público”.

Defensa y acusaciones

Vizcarra reiteró que desde el inicio del proceso ha enfrentado la justicia de manera transparente, descartando cualquier intento de fuga o solicitud de asilo diplomático, rumores que circularon en su momento. En sus propias palabras: “Aquí estoy, en carne y hueso. No soy un holograma. Estoy presente y estaré cuando ustedes determinen, señores jueces, para escuchar la sentencia”.

Asimismo, criticó duramente al Ministerio Público, señalando que en el transcurso de la investigación se habrían vulnerado principios fundamentales como la veracidad, la objetividad, la transparencia y la reserva. Además, denunció que la investigación fue filtrada de manera irregular a los medios de comunicación justo después de su inicio, lo que, a su juicio, precipitó su destitución presidencial y afectó su reputación sin que exista una prueba definitiva en su contra.

En relación a los hechos específicos, Vizcarra argumentó que las acusaciones de corrupción no están respaldadas con pruebas materiales. Rechazó las versiones que hablan de entrega de dinero en oficinas de empresas constructoras, precisando que no existen registros, evidencias o testimonios que confirmen tales hechos. Además, afirmó que su presencia en Moquegua fue plenamente acreditada durante los días en que, supuestamente, coordinaba ilícitos en Lima, rechazando cualquier versión de ubicuidad.

Cuestionamientos a la justicia y a las empresas involucradas

El exmandatario también cuestionó el trato desigual que, en su opinión, han recibido las empresas ICCGSA y Obrainsa por parte de la justicia peruana. Señaló que la Fiscalía ha detectado más de 112 licitaciones adulteradas, con un perjuicio estimado en 1.318 millones de soles para el Estado, pero que dichas compañías no han sido sancionadas con prisión ni han devuelto el daño completo.

“Se cobraron los 1.318 millones de soles, sus dueños, colaboradores eficaces, y ni un día de cárcel”, puntualizó. Y dirigió una pregunta al tribunal: “¿Quiénes son realmente los delincuentes, los que han hecho un festín con el dinero del Estado y que ahora no tienen ninguna responsabilidad ni obligaciones con la justicia?”

Finalizó afirmando que su presencia en el proceso continuará hasta que las autoridades determinen lo contrario, reafirmando su compromiso de defender su inocencia.