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Ante la imposibilidad de pagar la deuda pendiente, la mujer pidió 31 préstamos rápidos en 16 entidades financieras.
Una mujer identificada como S.P.M. residente en Vigo (Galicia, España) contrató una tarjeta de crédito hace diez años y ahora no puede escapar a la ‘bola de nieve’ de deudas de más de 140.000 dólares, recoge La Voz de Galicia.
Hace diez años un representante de Citibank visitó la oficina de la mujer y les ofreció a los empleados una tarjeta bancaria sin gastos de renovación para «hacer frente a imprevistos y compras». «No lees la letra pequeña y piensas: si me viene un imprevisto puedo pagar poco a poco», confiesa S.P.M., que aceptó la oferta.
La tarjeta se reconvirtió en una de tipo ‘revolving’ del banco Wizink con un límite de gastos de 6.000 euros (unos 6.790 dólares) y una cuota mensual de 60 euros (67 dólares), pero después de un tiempo la mujer, que ya no podía pagar la cuota anterior, la bajó a 18 euros (20 dólares).
«Como no terminaba de pagar, pedía otro préstamo para cubrir el anterior, y así vi que nunca acababa de saldar la deuda que iba subiendo. Ahora tengo un agujero de 130.700 euros (unos 147.000 dólares)», explica S.P.M. «Estás pagando y pagando. No te baja la deuda, porque solo pagas intereses», se lamenta.
Ante la imposibilidad de pagar la deuda pendiente, la joven pidió 31 préstamos rápidos en 16 entidades financieras. «Me metí en una bola y estoy en quiebra. Yo usaba la tarjeta simplemente para vivir, para pagar la comida, la ropa», relata.
En 2019, cuando S.P.M. dejó de pagar a las empresas financieras, las deudas la bombardearon con renovado vigor con decenas de llamadas telefónicas al día. «De ocho de la mañana a diez de la noche me llamaban continuamente y me presionaban. En un día llegué a tener 75 llamadas. Ellos no atienden a razones y te presionan para que pagues», dice la joven, que carece de propiedades susceptibles de serle confiscadas. Ahora espera recuperar su vida normal con la ayuda de su abogada.