Los uruguayos definen este domingo quién será su próximo presidente de la República entre el oficialista Álvaro Delgado –delfín del presidente Luis Lacalle Pou– y el opositor Yamandú Orsi –del izquierdista Frente Amplio–. El escenario es de incertidumbre absoluta: todas las encuestas concluyen que hay un empate técnico entre los candidatos. Se espera, por tanto, que el próximo jefe de Estado gane por un margen muy estrecho y que el resultado se conozca entrada la madrugada.
Uruguay está dividido en dos bloques casi iguales. En las elecciones de octubre, Orsi fue el candidato más votado con el 44% de los sufragios; Delgado, en tanto, obtuvo el 27%. Pero pese a que la diferencia entre los dos presidenciables es de 17 puntos, el bloque oficialista está conformado por varios partidos políticos que sumados alcanzan el 47%.
En la misma noche de las elecciones de octubre, Delgado juntó al resto de los candidatos de los partidos del bloque oficialista y dio un discurso junto a ellos. La unión de estos partidos –el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Constitucionalista Animalista– se denomina Coalición Republicana.
Los resultados de las elecciones de octubre dejan a los dos bloques sin mayoría absoluta en el Parlamento. Y este dato marcó el tono de la campaña hacia el balotaje: los candidatos se debieron mostrar como negociadores, ya que requerirán conseguir votos por fuera de sus propios bloques para que prosperen los proyectos de ley que pretendan promover.
Si es presidente, Orsi tendría algo más sencilla esta tarea. El Frente Amplio sí consiguió mayoría en el Senado y para tener éxito en sus propuestas parlamentarias deberá conseguir los votos de dos diputados por fuera de la coalición de izquierda.
Los dos candidatos creen que lograrán acuerdos en el próximo gobierno que les permitirán tener gobernabilidad. Delgado fue, en este sentido, el que envió los mensajes más concretos hacia la actual oposición. Dijo, por ejemplo, que está dispuesto a incorporar a dirigentes del Frente Amplio en algunos cargos y aseguró que le gustaría que Orsi sea parte de su administración, si es que triunfa.
La semana pasada los candidatos estuvieron frente a frente en el único debate que hubo entre ellos en la campaña, que es obligatorio por ley. Orsi aseguró que lo que se elige este domingo es entre seguir en un “país estancado” e ir por “un cambio seguro”. Delgado, en tanto, planteó que el modelo del Frente Amplio busca retroceder con”ideología e incertidumbre”, mientras que su propuesta busca asegurar “garantías, certezas, futuro y desarrollo”.
Uno de los puntos más importantes del debate fue la promesa de Orsi de que en un eventual gobierno suyo no habrá una suba de impuestos. En este tema el Frente Amplio ha tenido algunas contradicciones. El ministro de Economía designado por el Frente Amplio, Gabriel Oddone, aseguró que una suba de la carga tributaria no se puede descartar.
Las principales encuestadoras uruguayas consideran que Orsi lleva una ventaja sobre Delgado, pero la distancia está dentro del margen de error, lo que significa que hay un empate técnico.
En Uruguay, es tradición que a la hora 20.30 los directores de las consultoras anuncien en los canales privados de televisión quién será el próximo presidente. Pero para este domingo la incógnita es grande. ¿Los resultados de los boca de urna permitirán hacer ese anuncio? ¿A qué hora se conocerá quién es el presidente? ¿Se sabrá el resultado en la noche de la elección o habrá que esperar que se cuenten los votos observados?
Al cierre de la veda electoral, estas tres preguntas no tenían respuesta.
El jueves 21 las encuestadoras presentaron sus últimos estudios de cara al balotaje y proyectaron los indecisos.
La consultora Factum es la que proyecta un escenario más parejo: un 47,1% votaría a Yamandú Orsi; un 46,6% a Álvaro Delgado. Habría un 6,3% de votos en blanco o anulados.
Hay un escenario “altamente competitivo” con un “resultado incierto” que no significa que vaya a ser “extremadamente ajustado”, dice el informe de la consultora.
Según los estudios de Cifra, el 47% votaría a Orsi, el 46,4% a Delgado y un 6,6% piensa votar en blanco, anular su voto o no sabe qué hará. El análisis de la consultora asegura que una gran proporción de los votantes de Delgado y Orsi son “flojos”, lo que quiere decir que pueden cambiar de opinión a último momento. “La elección –otra vez– será muy reñida, y el ganador se confirmará recién cuando se cuenten los votos”, dice el informe.
Equipos Consultores concluyó que el “escenario está abierto con una diferencia a favor de Orsi”, que de todas maneras está dentro del margen de error de las estimaciones. Las proyecciones de esta firma marcan que Orsi recibiría el 48% de los votos contra el 46,2% de Álvaro Delgado, mientras que un 5,8% votaría en blanco o anulado. Hay un 7% de indecisos.
Opción Consultores es la firma que le da una mayor ventaja a Orsi (49,7% a 45,5%), pero también asegura que hay un “escenario competitivo” e “incierto”. “Se impone una mirada prudente debido al margen de error estadístico de la distancia (que es algo más de cuatro puntos), a la existencia de un electorado aún inseguro o indeciso y al efecto “doble” que tendría un trasiego de votantes ‘blandos’ desde uno a otro candidato”, expresa.
Los estudios de la Usina de Percepción Ciudadana proyectan tres puntos de ventaja de Orsi sobre Delgado, la misma distancia que recabó la encuesta de El Observador y la Universidad de la República.
Fuente: Inboae.com